Redacción (ALN). La crisis en Brasil adquiere ahora otra dimensión. Cae la Bolsa y se devalúa la moneda. Otro escándalo sacude la política, al gobierno y los negocios, la economía.
La delación del mayor accionista de la empresa JBS vincula al presidente Michel Temer en una operación de pago de sobornos a Eduardo Cunha cuando éste era diputado y jefe de la Cámara Baja. Joesly Batista, dueño de JBS, una de las empresas más grandes de Brasil, grabó a Temer. El audio es toda una bomba política. En la grabación, el jefe de Estado da luz verde al soborno a cambio del silencio del exparlamentario, hoy preso. Brasil no ha terminado de recuperar la economía. Tampoco se ha recuperado de la crisis política desatada a raíz del escándalo de los sobornos de Odebrecht y del impeachment contra Dilma Rousseff. Ahora los analistas temen que la crisis se agudice por este nuevo escándalo. Y es que puede trancar el juego político otra vez. El diario Clarín de Buenos Aires reporta que Temer dijo a sus allegados que “Estoy viviendo el peor momento de mi vida”. Se supone que Temer también ha dicho que no renunciará. El Presidente también se habría quejado de una conspiración en su contra por parte de Batista. Lo cierto es que Brasil vuelve a la línea de riesgo. ¿Cómo impactará el desarrollo de la economía? ¿Afectará los negocios de las empresas españolas? Hay que recordar que Santander, Repsol y Telefónica obtuvieron excelentes resultados en Brasil en 2016. La popularidad de Temer no supera el 10%.