Redacción (ALN).- El expresidente brasileño Lula da Silva fue condenado a nueve años y medio de cárcel. Está acusado de corrupción pasiva y blanqueo de dinero. El exmandatario puede recurrir la sentencia.
El expresidente de Brasil Luiz Ignacio Lula da Silva fue condenado este miércoles a nueve años y medio de cárcel por el magistrado Sérgio Moro, quien investiga la trama corrupta de Petrobras. Le acusan de corrupción pasiva y blanqueo de dinero. Dicen que aceptó sobornos por más de un millón de euros del grupo constructor OAS y diseñó el entramado de la petrolera estatal. Tras la condena, la Fiscalía que investiga el caso Lava Jato destacó que tiene una “robusta fundamentación fáctica y jurídica”. No obstante, asegura que la recurrirá para solicitar una pena mayor, según reseñó Europa Press. La acusación de Moro es en primera instancia, por lo que podrá ser recurrida por Lula. El exmandatario asegura ser inocente y que todo forma parte de una campaña en su contra. Mismo discurso que entonó su compañera de partido, la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff, al conocer la noticia. “Las garras de los golpistas intentan manchar la historia de un héroe del pueblo brasileño”, dijo en un comunicado. Mientras, el pueblo está dividido. Unos defienden al líder de la izquierda y otros le repudian por corrupto. Lula lideraba las encuestas de cara a las elecciones presidenciales de 2018. Podrá presentarse, como era su intención, si recurre la sentencia. Si gana el envite, podrá incluso librarse de la pena.