(EFE).- El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, alertó este lunes de que Rusia busque la integración “de facto” del este de Ucrania en su territorio a través de la “masiva” concentración militar que lleva a cabo “de Crimea al Donbás”.
“Habiendo viso la situación sobre el terreno, me preocupa cada vez más que las zonas no controladas por el Gobierno ucraniano (…) se estén alejando más de Ucrania, impulsadas por los esfuerzos reforzados del Kremlin de alcanzar una integración de facto con Rusia”, indicó Borrell en una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores y la Subcomisión de Defensa de la Eurocámara.
“No entiendo tal concentración masiva de fuerzas, sin tener esto en mente”, agregó.
Borrell informó a los eurodiputados sobre el resultado de las conversaciones mantenidas con Rusia en diferentes formatos la semana pasada -en bilateral con Estados Unidos, con la OTAN o con la OSCE- en el contexto de la preocupación por la concentración de tropas que lleva a cabo dentro y junto a Ucrania.
“De acuerdo a inteligencia, hay en la frontera (ucraniana) 100.000 grupos rusos y separatistas, como 60 batallones, de Crimea al Donbás”, dijo Borrell en referencia a la península de Ucrania que Moscú se anexionó en 2014 y a la región del este de ese país que desde entonces controlan separatistas prorrusos.
El jefe de la diplomacia comunitaria, que visitó la línea de contacto en Ucrania a principios de año, dijo haber presenciado allí un aumento de la tensión por “la presión por el refuerzo militar ruso”: “Cuando amasas a 60 batallones en la frontera, es algo más que retórico”, apuntó.
Borrell dijo a los eurodiputados que las “llamadas garantías de seguridad” que Rusia ha pedido a los occidentales en las reuniones de la semana pasada son inaceptables y que el contenido de la respuesta que les ha solicitado “por escrito” Moscú “ya se sabe y es que no”.
Explicó que la OTAN no puede aceptar las propuestas rusas de no expandirse más hacia el este “porque iría en contra de los principios en los que hemos basado la arquitectura de seguridad de Europa”.
Lamentó que aunque todas las partes indicaron “voluntad de seguir la conversación”, Rusia haya dicho que «no veía interés en seguir discutiendo porque hay demandas concretas sobre la expansión y presencia de OTAN en el este de Europa que no fueron aceptadas”.
Sobre la seguridad en Europa, dejó claro que la UE está coordinada con Estados Unidos pese a que Rusia “no quiere hablar con nosotros” como parte de una estrategia para “dividir al mundo occidental”, consideró.
El político español recalcó la importancia de llamar a Rusia a rebajar la tensión en la frontera con Ucrania y a aplicar los acuerdos de paz de Minsk para pacificar el este de ese país, pero subrayó que “cualquier nueva agresión militar de Rusia contra Ucrania tendrá consecuencias y costes severos con medidas restrictivas que es mi labor como alto representante presentar al Consejo” de la Unión.
“Seguimos trabajando en preparación de sanciones, por si acaso”, indicó, al tiempo que rechazó la noción de sanciones preventivas.
Aunque reconoció que pese a que en este momento la posibilidad de un ataque ruso militar a Ucrania no es el escenario más probable, aludió a que “hay otra forma de atacar”, en referencia a los ciberataques.
Recordó que el Gobierno ucraniano sufrió la semana pasada un fuerte ataque de esa naturaleza a sus sitios web que “contribuyó a incrementar más la tensión de la situación”.
“Hay muchos diferentes tipos de conflictos. Estamos trabajando en diferentes escenarios”, comentó.
En todo caso, indicó que la UE trabaja en propuestas para revisar si es necesario la arquitectura de seguridad europea.