Caleb Zuleta (ALN).- El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, estrella del gabinete de Jair Bolsonaro, ha dicho que el país doblará el crecimiento económico en 2020. Este 2019, el PIB no alcanzará ni siquiera el 1%. Es lo que ha proyectado el FMI. Pero en 2020, dijo el ministro, será más del doble. ¿Cuánto?
El presidente Jair Bolsonaro estuvo en China. Y allí relanzó las relaciones comerciales, diplomáticas y económicas. Allí despejó las dudas. Brasil quiere seguir siendo un socio de primera mano para China. China es el primer socio comercial de Brasil, por encima de los Estados Unidos.
Bolsonaro también estuvo en el Medio Oriente. Estuvo en Qatar, en los Emiratos Árabes Unidos y en Arabia Saudita. En este reino dijo que Brasil es un mar de oportunidades. En Arabia Saudita hizo un llamado a los inversionistas a entrar en Brasil. “Vamos por buen camino”, señaló. Por lo pronto, marcha “una asociación con el Fondo de Inversión Pública (FPI, siglas en inglés) de Arabia Saudita, que puede resultar en el desarrollo de proyectos en Brasil de hasta 10.000 millones de dólares”, informó la agencia Xinhua.
Mientras, en Sao Paulo, el ministro de Economía pronosticaba un mejor desempeño para 2020, dejando atrás los índices de 1,1% registrados en 2017 y 2018, y el 1% de 2019. Para Guedes, hay condiciones que favorecen el crecimiento.
La reforma de Seguridad Social y Pensiones.
La reactivación del Mercosur.
El acuerdo del Mercosur con la Unión Europea.
La reforma administrativa que está a punto de concretarse.
El fin del monopolio en distribución y exploración de gas.
Sobre algunos de estos puntos señaló que el “Mercosur estaba parado desde hace ocho años: funcionó; funcionó el acuerdo con la Unión Europea, que estaba parado desde hace 20 años; funcionó la reforma de la Seguridad Social; acabamos con el monopolio de distribución y exploración de gas, y esto derribará el precio de la energía, y nosotros industrializaremos el país con energía barata”.
También anunció que esta semana “vendrá una ola de inversiones en saneamiento. La privatización de las inversiones en saneamiento traerá realmente saneamiento para las ciudades brasileñas”.
Brasil quiere convencer. Pero el entorno mundial se le complica. En la región, también hay problemas en Argentina y Chile.
Argentina es socio en el Mercosur. Al presidente Bolsonaro no le ha sentado bien la victoria del peronismo.
Menos debe sentarle la crisis por la que atraviesa el gobierno de su amigo, Sebastián Piñera.
Mercosur puede estar en peligro si Alberto Fernández se empeña en aplicar políticas económicas proteccionistas, aspecto que el presidente electo de Argentina ya ha descartado.
La ofensiva económica de Bolsonaro comienza a rendir frutos
La guerra comercial entre los Estados Unidos y China es otro factor a tomar en cuenta a la hora de evaluar los pronósticos.
La economía mundial también muestra señales de debilitamiento.
Por otra parte, un análisis de la agencia EFE resalta que a Brasil no lo ayuda el discurso antiecologista de Bolsonaro. Y apunta que “para Joelson Sampaio, profesor de economía en la FGV, la contención del gasto y una política monetaria expansiva no es suficiente para hacer despegar el PIB. A ello se suma el riesgo político que aún genera Brasil en los inversores extranjeros, según Sampaio, que opina que la llegada de Bolsonaro al poder no ha conseguido ‘estabilizar el ambiente político’ por sus polémicas declaraciones, la crisis interna abierta en su partido y su nula articulación con el Congreso”.
Agrega el análisis que “el Poder Judicial, con bandazos en la jurisprudencia, también genera incertidumbre”, aunque en Arabia Saudita Bolsonaro dijo que en Brasil “hoy hay una verdadera independencia entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, donde cada poder trabaja, pero enfocado en el mismo norte: el desarrollo de nuestro país”.