Elizabeth Fuentes (ALN).- Una bodega boliviana produce un vino de «calidad asombrosa», como calificaron a «Unico» los conocedores que lo premiaron con el Decanter World Wine Awards 2016, la mayor competición vitivinícola mundial. La mezcla de Malbec y Tannat, que ha sido reconocido este año como el mejor vino tinto de Suramérica, es sin embargo una rareza en términos de mercado.
«Unico» es producto de una cosecha 50% de uvas Tannat y 50% de uvas Malbec, que derivó en la sorpresa de ganarle este año el premio Decanter a vinos chilenos y argentinos de similar calidad. Decanter World Wines Awards es la mayor competición vitivinícola mundial.
«Magnífico», lo calificaron algunos jurados en la contienda, donde recibió una votación de 95 puntos sobre 100, cifra que calificó como «fatiga gloriosa» el gerente general de las Bodegas Campos Solana, Luis Pablo Granier, quien también se sonrió cuando su Trivarietal -que mezcla Cabernet, Tannat y Malbec-, clasificó el año pasado y por primera vez en la lista de los 20 mejores vinos latinoamericanos.
La inversión acumulada este año ha sido superior a 30 millones de dolares.
Con viñedos de origen francés y una producción anual de un millón de litros entre Cabernet Sauvignon, Riesling, Malbec, Franc Lombard y ahora «Unico» – la inversio?n acumulada este año ha sido superior a 30 millones de do?lares- , el esfuerzo de Campos de Solanas de intentar ubicarse entre los mejores vinos de su país y lograr que se consuman allí, comienza a verse en las mesas bolivianas, afán que ha llevado a sus vinos a ser los más solicitados en la zona de Santa Cruz, la más adinerada de Bolivia. Pero el empujón que ahora le ha dado el premio Decanter ha llevado a los productores a lanzarlo a la competitiva batalla mundial mucho mejor armado y con un precio tan atractivo, que puede convertirlo en toda una rareza de colección para conocedores y snobs.
Empeñado ahora en exportar regularmente sus vinos a algunos países de Europa, Japón y Estados Unidos, sin mucho ruido comunicacional ni tampoco un éxito estruendoso, Luis Pablo Granier, nieto de los fundadores de Campos Solanas, celebra finalmente el posicionamiento de sus productos, a lo que ayuda, y mucho en término de mercado, todos los premios recibidos.
Las bodegas Campos de Solana ubicadas en Santa Ana, al pie de montaña, son considerados los viñedos más altos del mundo. Esa bendición geográfica animó a la familia Granier, cuatro generaciones atrás, a arriesgarse en la producción de vinos, aunque fue solo hasta 1960 cuando decidieron tomar el negocio en serio. Contrataron expertos y tecnología francesa para que los auxiliaran, tanto con las plantas madres como con la selección de las barricas de roble y la estructuración de las instalaciones, asesoría que continúa hasta el presente. Ahora le corresponde a los amantes del vino, fuera de Bolivia, no solo disfrutar Unico sino conseguir alguna de sus botellas, toda una hazaña que deberían explotar los encargados de su mercadotecnia.