(EFE).- Bolivia planteó este viernes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), jornada en la que se conmemora el Día Internacional de la Madre Tierra, «un modelo económico mundial» diferente al capitalismo que posea un enfoque de derechos centrados en la ecología.
El presidente boliviano, Luis Arce, propuso durante una intervención virtual en el organismo mundial las pautas de una «economía ecológica», ante lo que consideró una «dramática situación ambiental» que deriva de un sistema que «busca la producción y reproducción del capital antes que la vida».
«Es prácticamente imposible reconstruir mejor o asegurar una recuperación sostenible y resiliente después de la pandemia, si el poder económico, financiero, político y tecnológico se ha concentrado en algunas cuantas personas», remarcó.
La propuesta del mandatario boliviano se basa, primero, en reconocer «el rol fundamental de los Estados de participar activamente en la economía», luego «que los recursos naturales de la Madre Tierra son patrimonio de los pueblos y que deben ser administrados en su beneficio».
Además que los excedentes económicos «deben distribuirse para saldar deudas históricas con los pueblos y restaurar la Madre Tierra», enfatizó durante más de 10 minutos de discurso.
CONMEMORACIÓN EN BOLIVIA
El pronunciamiento de Arce estuvo antecedido en La Paz por una ofrenda a la Pachamama o Madre Tierra en la plaza Murillo, sitio en el que reside la Casa de Gobierno y el Parlamento del país, a cargo de hombres y mujeres «yatiris», que presidieron un ritual andino.
Esto consistió en la preparación de una mesa con algunas ofrendas típicas e incienso, a las que luego se les prendió fuego y alimentó con alcohol, mientras que también se pronunciaron algunas plegarias en aimara.
Luego, en un acto en la Cancillería, el vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, afirmó que la declaratoria de la ONU de 2009 implicó tomar consciencia que cuando se menciona a la Madre Tierra «no hablamos de un objeto sino que estamos hablando de un sujeto que tiene derechos».
A su turno, el canciller boliviano, Rogelio Mayta, destacó la jornada como un momento de «reflexión y reafirmación de convicciones» y que no se trata de «algo folclórico» sino que esta celebración implica una «posición política» que está representada por el Estado boliviano.
Al evento en La Paz también asistió la representante de la ONU en Bolivia, Susana Sotolli, que destacó los pasos que ha seguido el país y que lo colocan como un Estado que «está comprometido» en la promoción y conservación de la Madre Tierra.
La diplomática resaltó que Bolivia haya encarado una «agenda ambiciosa» relacionada con temáticas como la alimentación sostenible, la preservación de áreas protegidas o utilización de energías limpias, entre otras.
Según datos de las Naciones Unidas, la Madre Tierra padece de una «fiebre» que es el calentamiento planetario que ya ha alcanzado 1.2 de los 1.5 grados centígrados que son el límite y que representa una «urgencia climática» que es necesario «mitigar y frenar».
Desde la Secretaría General de la ONU se ha visto necesario recomendar que se produzca un incremento del 50 % en la financiación para la adaptación al cambio climático y que de esa manera se prevengan potenciales crisis, como las migraciones que son consecuencia del calentamiento global.