Rafael Alba (ALN).- Las ventas de música latina han aumentado más de un 40% en los últimos 18 meses, incluidas unidades físicas, streaming y descargas. Además, las ejecutivas hispanas de la industria discográfica son fundamentales en el éxito de Luis Fonsi, J Balvin, Maluma, Becky G o Camila Cabello.
Ya no es una predicción de futuro. Ni un anhelo. Hoy podemos hablar de realidades. En el último ejercicio, los artistas latinos se han convertido en la gran reserva de crecimiento del mercado musical estadounidense, que empieza a dejar atrás su crisis estructural. Y el milagro se ha materializado, entre otros motivos, gracias a la destreza de un grupo de ejecutivas hispanas que han sabido enfrentarse a la ley del ‘todo gratis’ que impone internet.
Los datos ilustran esta historia de éxito creciente. En 2016, las ventas relacionadas con la música latina -cuyas nuevas métricas incluyen ya unidades físicas e ingresos por streaming y descargas- ascendieron a 29 millones de unidades, un 13,6% más que el año anterior, según las cifras de la consultora especializada Nielsen.
Un número impactante que cuadriplicó el crecimiento medio del sector, situado en el 3,1%. Pero que ya ha quedado obsoleto. A falta de conocer los guarismos cerrados de 2017, las expectativas están muy altas. En el primer semestre, la cifra de ventas ya había alcanzado los 14,89 millones, un 30% más que los primeros seis meses del año pasado.
En 2016, las ventas relacionadas con la música latina ascendieron a 29 millones de unidades, un 13,6% más que el año anterior
Todo gracias al éxito imparable de algunos temas. Sobre todo, por supuesto, ‘Despacito’, la canción de los artistas portorriqueños Luis Fonsi y Daddy Yankee que, con el inestimable apoyo de Justin Bieber, se ha convertido en el mayor éxito de la historia de YouTube al sumar hasta el momento cerca de 4.500 millones de visualizaciones. Y sigue subiendo… Todo un hito que ha puesto en valor a la música latina en el cuartel general de Universal Music Group, el mayor emporio discográfico mundial.
La repercusión de ‘Despacito’ no ha sido un espejismo. Más bien, parece haber representado un ariete capaz de derribar todos los muros. Este hit global ha permitido a otros artistas latinos penetrar en mercados que hasta ahora parecían vedados para su música. Tras la sorpresa que supuso el ‘pelotazo’ de Luis Fonsi, otro artista de Universal, el colombiano J Balvin ha tomado el relevo en esta carrera.
Las ‘chicas latinas’ de Billboard
También con éxito. La canción ‘Mi Gente’, obra de Balvin y el productor francés Willy William, ha sumado casi 1.500 millones de visualizaciones en YouTube en cinco meses. Y la cifra está lejos de tocar techo. Sobre todo ahora que este equipo ganador ha conseguido el apoyo de Beyoncé, la reina midas del pop del siglo XXI.
Y aunque el triunfo tiene siempre muchos padres y madres, en los ambientes relacionados con el negocio discográfico se atribuye buena parte del mérito a la gestión de Elsa Yep, la vicepresidenta de Operaciones de Universal para Latinoamérica y la península ibérica. Yep, una peruana residente en Miami, ha aumentado aún más las cifras positivas de su división al añadir al negocio discográfico puro, ingresos procedentes de otras actividades como el management y la organización de conciertos.
Quizá por eso, está hábil ejecutiva de la discográfica de Vivendi, la omnipotente multinacional francesa que preside Vincent Bolloré, es una de las dirigentes empresariales hispanas que se han hecho un hueco en la lista de las mujeres más poderosas de la industria musical estadounidense que acaba de publicar la revista especializada Billboard, la auténtica biblia del sector.
Elsa Yep es una de las dirigentes empresariales hispanas que se han hecho un hueco en la lista de las mujeres más poderosas de la industria musical estadounidense
Y no aparece sola. Junto a ella hay unas cuantas más luminarias latinas. Como su compañera de escudería, Alexandra Lioutikoff, que se licenció en la Universidad de Granada, y ahora es la vicepresidenta de la Editorial de Universal encargada de la música latina, tras ser fichada hace un año tras una larga trayectoria como directiva en la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores (ASCAP, por sus siglas en inglés).
Pero en este esfuerzo conjunto por sacar toda la rentabilidad posible a los artistas latinos, también participan algunas ejecutivas de la competencia. En la lista de Billboard se menciona, por ejemplo a María Fernández, la vicepresidenta de Operaciones de Sony para Latinoamérica y la península ibérica.
A Fernández se le atribuye el impulso tecnológico que llevó hasta la cima al polémico Maluma y su hit ‘Felices los cuatro’ y que ha situado al vídeo de ‘Mayores’, la canción de Becky G y Bad Bunny, como la artista femenina que más visualizaciones ha obtenido en YouTube este año con 780,6 millones de clicks. Unos cuantos más que los obtenidos hasta ahora por Taylor Swift con su nuevo single ‘Look what you made me do’, que sólo lleva contabilizados hasta ahora 773 millones.
También se dice que Fernández y su equipo están detrás del ascenso de la cubanoamericana Camila Cabello, antigua componente del grupo femenino Fifth Harmony. Cabello es otra de las artistas que han irrumpido con más fuerza este año gracias a las plataformas de streaming y ya es una auténtica estrella global gracias a su canción ‘Havana’, con versiones en inglés y en ‘spanglish’, que acumula 333 millones de clicks. Y ni siquiera tiene un álbum en el mercado. Su lanzamiento, que se espera “multivendedor”, está previsto para el 12 de enero de 2018.
Mientras Universal y Sony se anotan unos cuantos tantos gracias al talento de sus ejecutivas, la tercera grande en discordia, Warner, parece un poco descolocada últimamente. A pesar de contar con cartas ganadoras como Miguel Bosé, Luis Miguel y Jorge Drexler. Los jefes de la empresa confían ahora en colocar en las listas globales, lo nuevo de Pablo Alborán, porque ven en el artista malagueño una buena baza para irrumpir con potencia en la partida.
Al fin y al cabo, los baladistas latinos siempre han tenido oportunidades en el mercado estadounidense. Y claro, también hay una mujer en la trastienda de Warner con mando en plaza y capacidad de definir estrategias. Gabriela Martínez, la vicepresidenta responsable de Marketing y Operaciones para Latinoamérica.
El ‘latino’ favorito de la crítica
La exclusiva lista de Billboard se completa con unos cuantos nombres más, de mujeres latinas con peso en la industria, que se mueven en otras áreas. Quizá periféricas, pero vitales. Son profesionales de prestigio como Desirée Pérez, consejera delegada de la compañía de management Roc Nation que tiene en cartera a Rihanna y Shakira, entre otras estrellas. O Mimí Valdés, la directora Creativa de i am OTHER, la empresa de Pharrell Williams.
También figura en esta relación Rocío Guerrero, responsable de Culturas Globales de Spotify. Guerrero, que ahora trabaja en Nueva York, es extremeña. Natural de Don Benito, un pueblo de la provincia de Badajoz y, entre otros muchos éxitos, fue la creadora de la playlist ‘Baila reggaeton’, que acumula seis millones de seguidores y es la tercera más vista del portal de streaming.
Todo está listo para que la música latina se confirme como la mina de oro que las discográficas necesitaban para asegurar su supervivencia
Junto a ellas, los expertos de Billboard mencionan a la periodista Mónica Escobedo, que es una de las productoras y coordinadoras de Espectáculos en la cadena de televisión ABC, y a Danielle Aguirre, abogada y consejera de la Asociación Nacional de Editores.
Todo está listo, por lo tanto, para que la música latina se confirme como la mina de oro que las discográficas necesitaban para asegurar su supervivencia. Pero aún le falta aprobar una asignatura para marcar de verdad el ritmo de las nuevas tendencias. Ahora los artistas latinos tendrían que obtener el apoyo de la crítica especializada. Un impulso que no acaba de llegar, a pesar del imparable aumento de las ventas.
Para algunos profesionales resulta frustrante. Pero, por ahora, los hispanos no han conseguido el reconocimiento que necesitarían de publicaciones especializadas como Pichtfork, el portal de referencia de los ‘modernos’ del mundo, propiedad de la editorial Condé Nast, que pagó una elevada y desconocida suma para adquirirlo.
En la lista de las 100 mejores canciones de 2017 que acaba de publicar Pitchfork sólo figuran dos temas de artistas latinos. Y ‘Despacito’ no es uno de ellos. Sí esta ‘Mi Gente’, en el puesto 90. Y también ‘Desafío’, de Arca, en el puesto 25. Este músico de vanguardia, nacido en Caracas y cuyo verdadero nombre es Alejandro Ghersi, es el artista más prestigioso de la actual armada latina.
Su exquisita producción de corte electrónico, que no está pensada para el consumo masivo y el patrocinio de su mentora, la artista islandesa Björk, gran sacerdotisa de la modernidad, a quien ha producido ‘Utopía’ su último disco, ha permitido al venezolano colaborar con ídolos de la modernidad ilustrada del estilo de Kanye West, FKA twigs o Frank Ocean.
La ‘crème de la crème’, según los últimos dictados de los popes culturales estadounidenses. Arca no vende tanto como sus compañeros, pero todo se andará. O eso esperan, los responsables de XL, su sello. La gran discográfica independiente que lanzó a la cantante británica Adele y que ahora quiere sumarse también a la pujanza mundial de la música latina.