Daniel Gómez (ALN).- El Departamento del Tesoro autorizó a las empresas de Estados Unidos “operaciones ordinarias y necesarias para el uso de puertos y aeropuertos en Venezuela”. Esta es la primera revisión de la Administración de Joe Biden a las medidas impuestas por el antiguo gobierno de Donald Trump. Otro detalle a tener en cuenta es que ya no hablan del “régimen ilegítimo de Nicolás Maduro” sino que se refieren a ellos como el gobierno de Venezuela.
Todas las empresas con actividad en Estados Unidos tenían prohibido hacer operaciones en los enclaves logísticos de Venezuela. Así lo era hasta este martes, cuando el Departamento del Tesoro emitió una licencia que exime de sanciones a las empresas bajo jurisdicción estadounidense que ejecutan “operaciones ordinarias y necesarias para el uso de puertos y aeropuertos” del país latinoamericano.
Esta licencia, sin embargo, no autoriza:
– “Cualquier transacción o actividad relacionada con la exportación o reexportación de diluyentes a Venezuela directa o indirectamente”.
– Cualquier transacción o actividad prohibida por el Reglamento de Sanciones de Venezuela, “o cualquier transacción o actividad con cualquier persona o entidad sancionada”. En este último punto, la única excepción contemplada es el Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos (INEA) o aquellas entidades en las que el INEA cuente con más de un 50% de participación.
– Cualquier actividad o transacción con “personas del gobierno de Venezuela” sancionadas.
La redacción de este último punto es llamativa y evidencia un cambio en las formas del gobierno de Joe Biden con respecto al de Donald Trump. Mientras este último se refería al gobierno de Venezuela como el “régimen ilegítimo de Nicolás Maduro” en los comunicados oficiales, el Departamento del Tesoro ha decidido denominarlo “gobierno”. Eso sí, no hay que olvidar las palabras del secretario de Estado de Biden, Antony Blinken, en la sesión de ratificación del Senado, en la que se refirió a Maduro como “brutal dictador”.
En cualquier caso, la licencia del Departamento de Estado evidencia un nuevo tono en la relación entre Washington y Caracas, así como una política revisionista por parte de Biden respecto a la política de sanciones de Trump. Así se lo hizo saber Mariano de Alba, especialista en derecho internacional y relaciones internacionales, a la agencia AFP.
“La licencia es una primera señal de que hay disposición por parte del nuevo gobierno estadounidense a revisar el ámbito de aplicación de las sanciones impuestas en los últimos años y aclarar su alcance, para que el comercio y transporte de personas por parte de compañías internacionales no sean vistos por sus asesores legales como excesivamente riesgosos”, indicó De Alba.
A raíz de la orden ejecutiva que firmó el expresidente Trump en agosto de 2019, las empresas con sede en Estados Unidos tenían prohibido cualquier tipo de operación en Venezuela. Esta licencia forma parte de la estrategia que pretende liderar Washington en su enfoque “más efectivo” a la hora de aplicar sanciones, tal como indicó Blinken ante el Senado.