Daniel Gómez (ALN).- A Jaime Sáenz de Tejada, director financiero de BBVA, le preguntaron por la incertidumbre en México a raíz de las elecciones presidenciales. El directivo, que ignoró este último detalle, dijo que seguirán creciendo al 10%. Por eso no sorprende lo manifestado más tarde por Carlos Torres Villa, consejero delegado del grupo. “No quiero faltar el respeto a la competencia, pero creo que los resultados hablan por sí solos”. Y es que, en México, BBVA sigue siendo el rey.
Todos los bancos se reforzaron en México. El primero en hacerlo fue Banamex. Esta entidad se fusionó con el grupo estadounidense Citibank en 2016. La alianza vino acompañada de una inversión de 900 millones de euros para convertirse en el segundo banco del país.
La respuesta de Banorte, rival directo de Banamex, se hizo esperar. Desde 2014 se estaba especulando sobre una alianza con Banco Interacciones, pero no fue sino hasta diciembre del año pasado cuando se anunció. En la primera mitad de 2018, cuando está previsto que se cierre la operación, superará a Banamex como segundo banco del país.
A esta pugna se suma un tercero, Banco Santander. De los tres, es el que cuenta con mayores recursos. Por eso redobló su apuesta en 2017 con una inyección de 600 millones de euros para, sobre todo, mejorar las plataformas de banca digital, en auge en México.
Mientras Banamex, Banorte y Santander pugnan por esa plaza, BBVA ni se inmuta. El banco que preside Francisco González sigue siendo el rey. Su filial mexicana es la más grande, la más eficiente y también la más rentable. La prueba de esta supremacía se encuentra en el informe de resultados que publicó este jueves.
Bancomer, la filial de BBVA, ganó 2.162 millones de euros en 2017. Mientras, la filial mexicana de Santander, que hizo públicas las cuentas el miércoles, facturó 1.452 millones de euros menos (710 millones de beneficio logró Santander).
Esta brecha es tan ilustrativa que motivó las declaraciones que el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Villa, dedicó a sus competidores en México ante la pregunta de uno de los inversores.
“En 2017 nuestra franquicia continuó siendo muy fuerte. Somos líderes por mucho en México. No quiero faltar el respeto a la competencia, pero creo que los resultados hablan por sí solos. Y como hemos estado viendo, estos resultados no variarán en 2018”, dijo Torres Villa.
Buenas perspectivas para Bancomer
No sólo no variarán, sino que serán mejores este año, según las previsiones que adelantó Jaime Sáenz de Tejada, director financiero de BBVA. “Esperamos que México crezca alrededor del 10% en 2018”.
A Sáenz de Tejada también le preguntaron por la incertidumbre de México, si afectarán al negocio las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio en las que parte como favorito el populista Andrés Manuel López Obrador.
“No quiero faltar el respeto a la competencia, pero creo que los resultados hablan por sí solos”
Sin ni siquiera mencionar los comicios, el directivo comentó: “Es cierto que ha bajado un poco la inversión crediticia. El crecimiento de los créditos minoristas ha sido igual. Vemos menor actividad en créditos a grandes clientes y a empresas. Eso ha reducido el crecimiento de la cartera crediticia, pero la liquidez ha sido muy buena a finales del año pasado y para 2018 esperamos lo mismo que en 2017”.
El centro de investigación de BBVA (BBVA Research) calcula una evolución positiva de la economía mexicana del 2%. El ritmo promedio que lleva manteniendo el país en décadas y que, según previsiones, continuará estable en el tiempo.
Para muchos esta tasa de crecimiento sigue siendo débil para un país emergente como México. Así lo advirtió un analista de UBS en la conferencia de resultados. No obstante, BBVA cree que este ritmo en ningún caso deteriorará sus activos en el país. “Para ver un deterioro significativo en Bancomer tendríamos que observar tasas negativas del 5%”, dijo el director financiero.
Y con este panorama, con la economía de México avanzando al 2% y con la competencia invirtiendo para potenciarse en el país, BBVA hizo una exhibición de poder y destinó una partida de 1.200 millones de euros en 2017 para seguir potenciando la estructura de Bancomer. Casi el doble de lo inyectado por cualquiera de sus competidores.