Daniel Gómez (ALN).- La cuarta revolución industrial tiene una cara amarga: la destrucción de empleo. Dicen los economistas de BBVA Research que aquellos trabajos de baja cualificación, los más rutinarios, corren el riesgo de desaparecer. Esto en España equivale a 36% de los empleos, según el banco.
Si usted es médico, ingeniero, directivo o profesor no tiene de qué preocuparse. Si por el contrario trabaja en agricultura, comercio o transporte debe saber que su empleo está en riesgo.
Los avances en robótica, inteligencia artificial y automatización llegan para acabar con las tareas rutinarias. Una realidad que ya se está imponiendo y que, en España, podría terminar con 36% de los empleos existentes, tal como precisa BBVA Research en un informe publicado este martes.
“Se estima que la probabilidad de automatización es mayor para los empleados sin cargos de responsabilidad, ocupados en la agricultura, el comercio, el transporte, la hostelería, la industria manufacturera y las actividades financieras e inmobiliarias, con bajo nivel educativo y con menor disposición a participar en acciones formativas o a adoptar nuevas formas de trabajo”, detalla BBVA.
No obstante, el banco explica que la destrucción de empleo dependerá en última instancia “de la viabilidad económica, de las regulaciones y de la capacidad de transformación de las ocupaciones con nuevas tareas”.
Por tanto, asegura BBVA que lo relevante de ese 36% (extraído de una bibliografía en la que citan más de 20 obras) es que es una cifra que “ayuda a minimizar los costes”. Los costes de la revolución industrial, en la que las máquinas y la tecnología asumirán un mayor protagonismo en la fuerza laboral. Una transformación que sin duda afectará el empleo, pero que podría “minimizarse” si se afrontan los tres retos que propone el banco.
Los 3 desafíos
1.- Invertir más en educación
Lo que está demostrado es que aquellos trabajos con mayor índice de responsabilidad, con mayor grado de conocimiento y habilidad (médicos, ingenieros y profesores) no sólo sobrevivirán, “sino que son complementarios al progreso tecnológico”. Pero con lo que hay no es suficiente: “Es urgente invertir más y mejor en capital humano”, matizó BBVA.
Además, aunque sectores como el transporte y la agricultura se vean amenazados en este nuevo panorama, no quiere decir que los empleos vayan a extinguirse. Aquellos que, por ejemplo, trabajan por cuenta propia, tienen un riesgo de desaparecer 15 puntos menor que aquellos que trabajan para una gran corporación.
2.- Regulación y mercado laboral
“Las reformas que tratan de eliminar las barreras a la inversión y al crecimiento empresarial y facilitar la creación de empleo deben acentuarse. También resulta esencial mejorar la eficacia y la eficiencia de las políticas del mercado de trabajo”, explicó BBVA.
En este sentido, para optimizar los servicios de los desempleados, el banco pide que los organismos públicos se modernicen. Que recurran a las bases de datos ya existentes para que estos conozcan mejor las necesidades del mercado y se formen en consecuencia.
Por último, BBVA señala que “dada la expansión de los modelos de negocio basados en plataformas y de las nuevas formas de contratación, es aconsejable reconsiderar la regulación laboral”, aunque no precisa en qué sentido.
3.- Compensación
Tal vez no el 36%, pero sí una buena parte de ese porcentaje verá afectados sus puestos de trabajo. Esto requerirá “nuevos mecanismos que compensen a los damnificados por la revolución digital”.