Daniel Gómez (ALN).- La delegación de Juan Guaidó mantiene el hermetismo que exige Noruega y el régimen de Maduro se apresura a hablar. Jorge Rodríguez, el ministro de Comunicación de Nicolás Maduro, dijo que las negociaciones en Barbados fueron “un exitoso intercambio”, por lo que se infiere que seguirán conversando. También ayuda el espaldarazo que dio a las negociaciones EEUU a través de un portavoz del Departamento de Estado.
Continúa el mismo patrón. Al régimen de Nicolás Maduro le pica la lengua y dice a todos que las negociaciones con Juan Guaidó están siendo un éxito, mientras que la delegación del Presidente Encargado guarda silencio, acogiéndose al hermetismo que exige Noruega, el facilitador de estas conversaciones.
El ministro de Comunicación de Maduro, Jorge Rodríguez, dijo que las negociaciones en Barbados fueron “un exitoso intercambio” para «dirimir las controversias por vías constitucionales y pacíficas”.
Se esperaban resultados de esta tercera ronda de conversaciones y ya hubo uno: que la negociación continúa. Y que continúa se infiere por las declaraciones de Rodríguez, y por el más reciente espaldarazo internacional que ha recibido este proceso por parte de Estados Unidos.
Se esperaban resultados de esta tercera ronda de conversaciones y ya hubo uno: que la negociación continúa. Y que continúa se infiere por las declaraciones de Rodríguez, y por el más reciente espaldarazo internacional que ha recibido este proceso por parte de Estados Unidos.
En declaraciones a la agencia EFE, y en condición de anonimato, un portavoz del Departamento de Estado dijo que “apoya todos los esfuerzos para restaurar la democracia y aliviar el sufrimiento de los venezolanos y la carga de la crisis en la región”. Luego de que el Grupo de Lima, la Unión Europea, el Vaticano, Naciones Unidas, Michelle Bachelet, China, Rusia y Cuba apoyaran la negociación, faltaba que Washington diera luz verde al mecanismo.
Tras Barbados se abre una nueva fase. Negociaciones más profundas que generen resultados en los puntos más álgidos de la negociación. Como adelantó el diario ALnavío, estos puntos son seis. Cada uno de ellos amerita una intensa labor de carpintería, y como dicta la norma impuesta por Noruega no se puede anunciar nada concreto hasta que todo esté 100% acordado por ambas partes.
En lo que todos coinciden, tanto los hombres de Maduro como los de Juan Guaidó, es que la situación de Venezuela es urgente. Hay una discusión en firme sobre la celebración de elecciones. Elecciones no sólo presidenciales, sino también a la Asamblea Nacional. Esta es una exigencia del chavismo que los hombres de Guaidó ven con buenos ojos. La fecha de esos comicios dependerá de cuándo se selle el acuerdo. Mientras más tarde ocurra esto, más tarde serán las elecciones. Siempre habrá un plazo de no menos de ocho meses para organizarlo todo.
La creación de un nuevo Consejo Nacional Electoral que garantice la neutralidad de los comicios es uno de los puntos sobre la mesa, y en los que parece que ya existe un acuerdo.
Se sabe que también hay avances en el punto del regreso de los diputados chavistas a la Asamblea Nacional para normalizar el foro parlamentario. El diario Últimas Noticias, afín al régimen, dijo que Maduro ordenó la recuperación de los escaños. Este movimiento se entiende más como un resultado de las negociaciones que como una iniciativa de Maduro.
En los próximos días será clave saber si el régimen devuelve la inmunidad parlamentaria a los diputados perseguidos por el Tribunal Supremo de Justicia. La delegación de Guaidó fue insistente al respecto. De hecho, al propio Presidente Encargado se le allanó su inmunidad.
La devolución del fuero parlamentario también fue una de las recomendaciones que incluyó el informe sobre Venezuela elaborado por Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Cómo el informe Bachelet presiona las negociaciones en Barbados
En Barbados el informe Bachelet no fue un fantasma. Estuvo sobre la mesa. Aunque el propio Maduro dice que es falso -el documento enseña y detalla al mundo cómo su régimen persigue, reprime y tortura a la oposición- sus negociadores saben que el contenido es cierto, como confirmó al diario ALnavío una fuente de la Cancillería de Maduro.
Sobre el documento la fuente apunta que puede “apurar” los resultados de las negociaciones. Además, recordó que en el horizonte hay una fecha clave. 17 de septiembre. Entonces tendrá lugar la Asamblea General de la ONU en Nueva York, y si la cosa continúa como está, si el régimen no avanza, Venezuela, su crisis, el régimen, seguirán siendo el tema y con mayor exposición.
Como dice la fuente, “Venezuela está sola”, por lo que necesita mostrar avances de apertura para avanzar. Más cuando todo está destinado a una elección.
En las conversaciones, el punto más polémico sigue siendo el mismo. ¿Quién gobernará el país hasta que se llegue a elecciones? ¿Maduro? ¿Guaidó? ¿El chavismo? Lo único que se sabe a este respecto es lo que dijo una fuente ligada a las negociaciones al diario ALnavío.
“Las presiones de adentro y de afuera del país se intensifican, todos ven en Maduro el gran obstáculo para la normalización de Venezuela. Cualquier alternativa sobre la mesa pasa por ver cómo se remueve este obstáculo”. Dentro de las últimas presiones, hay que contar la sanción impuesta por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos al hijo de Maduro, Nicolasito Maduro Guerra.
Mientras tanto, se sabe que el chavismo está pensando en esa futura elección. Barajan posibles candidatos. Como el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, y el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez, miembro también del equipo negociador de Maduro.
Héctor Rodríguez es una figura cercana a Maduro que ha ido ganando peso en los últimos días, y una información del diario ABC dice que Cabello ha dado su aprobación para que él sea el candidato.