Elizabeth Fuentes (ALN).- Pintó grafitis en el Muro de Gaza, abrió un parque temático en Inglaterra y recientemente inauguró un hotel en Belén, con varias habitaciones diseñadas por él pero con la vista más fea del mundo. Banksy, el enigmático artista callejero cuya verdadera identidad casi nadie conoce, se codeará hasta el próximo 27 de julio con nombres de la estatura de Indiana, Jeff Koons y Demian Hirst en una subasta donde la puja por una obra suya arrancará en 16.000 dólares.
No deja rastros a su paso, solo obras de arte en paredes o puertas de garaje. Ya lo comparan con Keith Hearing o Basquiat y, sin proponérselo, ha ganado tanto dinero que a principios de año abrió un hotel en Belén, Palestina, que ofrece obras de arte en todas las habitaciones pero tiene la vista más fea del mundo. Su firma, un simple Banksy, es ahora el objeto del deseo de los coleccionistas de arte, que han prestado sus obras para realizar exhibiciones en Venecia, Berlín y Nueva York.
El secreto sobre su verdadera identidad lo ha ayudado, y mucho, en el alza del precio de su trabajo, una propuesta antiestablishment que denuncia las atrocidades de la guerra y se burla del status quo o del Pop Art en el mejor estilo cuestionador de los 60.
“La fotografía ha matado la pintura”, ha dicho Banksy
Y si bien su identidad sigue siendo un secreto, un periodista británico se dedicó a seguirle la pista y asegura que Banksy es Robert Del Naja, uno de los integrantes del grupo musical inglés Massive Attack, pues cada vez que éste se presentaba en San Francisco, Boston, New Orleans o Toronto, casualmente aparecían trabajos del artista Banksy en las paredes de cada una de esas ciudades.
Robert Del Naja, también conocido como DJ, aceptó públicamente que sí conoce a Banksy aunque ha negado ser él. El exmanager del grafitero, quien comercializó su obra por varios años y mantiene una galería donde vende el trabajo de Banksy, ha señalado que solo 15 personas conocen su identidad, él incluido, pero se niega a revelarla.
Lo cierto es que el misterio ha abierto la especulación en todas sus acepciones. Hay quienes piensan que Banksy es un grupo de artistas callejeros y otros aseguran que el misterio que envuelve su obra solo ha funcionado para aumentarle el precio, asunto que le conviene al pintor (o los pintores) que está detrás de la firma.
De hecho, ya está abierta una subasta online de artistas contemporáneos y arte callejero –Forum x Artsy present Select Summer Editions-, donde figuran nombres de la talla de Ed Ruscha, Jeff Koons y Demian Hirts y, a su lado, una obra de Banksy cuyo precio arranca en 16.000 dólares. La fecha tope para pujar es el 27 de julio.
El hotel de la vista fea
“La televisión ha hecho que ir al teatro parezca inútil, la fotografía prácticamente ha matado a la pintura”, ha dicho Banksy en una entrevista online, “pero el graffiti ha permanecido gloriosamente virgen”.
Entre su prolífica obra se incluye la inauguración, en un pequeño pueblo en la costa oeste de Inglaterra, del parque temático Dismaland, sus grafitis contra la guerra en el Muro de Gaza y la venta de muchas de sus valiosísimas obras en una tienda de arte contemporáneo en Nueva York por menos de 10 dólares cada una.
Se especula que el cantante y DJ Robert Del Naja es el verdadero creador de los grafitis
Más recientemente, Banksy anunció la inauguración de The Walled Off Hotel (“Separado por el Muro”, sería su traducción), ubicado en Belén, Palestina, con pocas habitaciones diseñadas por él y otros artistas del grafito callejero, y en cuyo portal se exhibe una guerra de almohadas entre un soldado israelí y un palestino.
Los precios oscilan entre 250 y 900 dólares la noche (este último por la suite presidencial), y el sitio incluye un bar para los no residentes, así como conciertos de jazz. Eso sí: el hotel está construido al lado del muro levantado por Israel, una visión nada bonita para quien quiera conocer esta obra de arte, la reciente travesura del artista más enigmático del momento.