Daniel Gómez (ALN).- Cancelar las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México sería “imprudente”. Así lo advierte el banco británico Barclays. Su informe sigue la línea de lo expresado por el magnate Carlos Slim, la agencia Moody’s y los rivales políticos de Andrés Manuel López Obrador, quien prometió paralizar el proyecto si llega a la Presidencia de México.
“Imprudente”. Eso sería cancelar las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM) según Benjamin Theurer, analista en México del banco británico Barclays. “Causaría volatilidad y reacciones negativas entre los inversores y el mercado”, dijo en un informe recogido por la agencia Bloomberg.
La construcción del nuevo aeropuerto arrancó en 2014, bajo el mandato de Enrique Peña Nieto. Un megaproyecto que, en ningún caso, fue una ocurrencia del presidente. Ya en tiempos de Vicente Fox se hablaba de que era necesario.
Tras 15 años de investigaciones por parte de técnicos e ingenieros, la propuesta tomó forma: un aeropuerto de 13.300 millones de dólares, diseñado por el arquitecto británico Norman Foster, levantado sobre el antiguo lago Texcoco y vendido como un icono de modernidad que llevará a México hacia el desarrollo.
Barclays: “Puede ser que los partidarios de López Obrador no estén al tanto de las repercusiones de cancelar el aeropuerto”
Por todo esto, Barclays apuntó: “En general, consideramos que el NAICM es importante para la región y para el país, ya que generaría empleos y crecimiento económico”.
Pese a todo lo anterior, Andrés Manuel López Obrador, favorito para ocupar la Presidencia de México tras las elecciones del próximo 1 de julio, se ha comprometido a cancelar “de inmediato” la construcción del aeropuerto.
En un comic subido a su cuenta de Facebook, López Obrador resumió todas las quejas que ha lanzado desde 2014. Dijo que el terreno no es el indicado porque a su alrededor afluyen hasta nueve ríos, que además es caro, ineficiente, así como un “nido de corrupción”.
Hoy, con 321 contratos suscritos, hay comprometidos 7.800 millones de dólares en el proyecto. De ese dinero, 3.900 millones corresponden al consorcio que lidera el Grupo Carso, del hombre más rico de México, Carlos Slim.
Slim, Moody’s y Barclays contra AMLO
Slim, como contratista, líder nacional y representante del empresariado mexicano, salió en defensa del aeropuerto. No por una cuestión de dinero, sino por una cuestión de futuro, precisó.
La semana pasada, en una medida comparecencia en el Museo Soumaya, desmontó cada argumento del candidato.
Las palabras de Slim fueron un detonador. Ricardo Anaya, candidato de la coalición Por México al Frente y segundo en las encuestas, se apresuró a decir en Twitter que defiende la construcción del nuevo aeropuerto. Lo mismo hizo el candidato oficialista, José Antonio Meade.
Después de los rivales políticos vino la calificadora de riesgo estadounidense Moody’s. “La cancelación del proyecto, o serios retrasos de su apertura, tendrían implicaciones crediticias negativas, no nada más para Mexcat [Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México] sino también para el sector aeroportuario mexicano en general”, dijo.
Barclays ha sido el último en pronunciarse. De acuerdo con el informe, si gana López Obrador y cumple la promesa, los primeros en “reaccionar negativamente” serían los operadores públicos como Grupo Aeroportuario del Sureste, Grupo Aeroportuario del Pacífico y Grupo Aeroportuario del Centro Norte.
En este sentido, el analista Theuer advirtió: “Puede que los partidarios de López Obrador que planean votar por él en busca de un cambio no estén al tanto de las repercusiones de su cancelación”.