Daniel Gómez (ALN).- Mientras Ana Botín, presidenta de Banco Santander, redobla la confianza en México tras la elección de Andrés Manuel López Obrador, el BBVA advierte que la última decisión del mandatario -cancelar las obras del nuevo aeropuerto de Ciudad de México- “daña” la confianza.
Con México y su futuro presidente, Andrés Manuel López Obrador, la palabra clave es “confianza”. Mientras unos la redoblan, otros advierten que sus decisiones no son las más acertadas.
Por un lado, está Banco Santander y esa foto de la presidenta, Ana Botín, posando sonriente con López Obrador después de comer en su casa. Una comida en la que él le prometió seguridad jurídica, y ella confianza.
“Confiamos en que el gobierno que entra va a seguir apoyando a México, y que puede seguir contando con el Santander”, dijo Botín. En un tuit posterior agregó: “Gracias, presidente electo. Puedes contar con el apoyo continuado del Santander y nuestra confianza en México”.
Gracias, Presidente electo. Puedes contar con el apoyo continuado del Santander y nuestra confianza en México. https://t.co/5PwNDb10Sd
— Ana Botín (@AnaBotin) 22 de octubre de 2018
Por otro, está BBVA. La decisión de cancelar el Nuevo Aeropuerto de Ciudad de México no le gustó al banco, que hasta ahora había sido benevolente con el nuevo gobierno. El último en lanzar esta advertencia fue Carlos Torres Villa, consejero delegado.
Este lunes, en un foro en Bilbao, se refirió a la paralización de las obras entre las causas que han afectado el precio de la acción del banco, la cual ha caído 27% este año. “Ha tenido un impacto muy importante en la percepción que los inversores tienen del país”, explicó.
BBVA, que opera en México con la franquicia Bancomer, es el banco líder del mercado. Domina más de 20% de la cuota, por lo que su opinión es tenida en cuenta. Y si bien Torres Villa fue comedido en sus declaraciones, el equipo de analítica, BBVA Research, no. “Este daño autoinfligido era innecesario”, apuntaron los economistas Carlos Serrano y Javier Amador en el informe.
Advierten acerca de las consecuencias. Sobre todo, las indirectas. Es decir, la pérdida de confianza, la cautela del capital extranjero, el debilitamiento del peso. Eso es para ellos el “verdadero daño”, ya que, aunque López Obrador revierta su posición, ese sentimiento de incertidumbre seguirá ahí.
En este sentido, sentencian: “La confianza resulta dañada por la pérdida de una batalla clave de los moderados dentro del próximo gobierno”. Y si pierden los moderados es que triunfan los radicales.
López Obrador no envía buenas señales de cofianza a los mercados
Cabe destacar que, en lo económico, a BBVA no le afecta especialmente la cancelación del aeropuerto. “Nuestra exposición es baja respecto a créditos ligados. Hay que esperar un poco las soluciones que se le harán a esos contratos, pero no vemos un impacto que vaya a generar en el banco”, comentó el martes de la semana pasada el vicepresidente y director general de Bancomer, Eduardo Osuna, informó El Economista.
Pese a que en la cuenta de resultados la cancelación de las obras no supone un problema, sí lo es en términos de país. Osuna ahondó al respecto. “Si existe una posibilidad de ahorrarse dinero con lo que va a ocurrir del cambio de Texcoco hacia otros aeropuertos, ya está más que compensado con el efecto del tipo de cambio en el efecto de la deuda total denominada en dólares de México y con el incremento de las tasas de interés sobre la deuda del país por el aumento de riesgo soberano. Eso borra absolutamente cualquier ahorro y lo magnifica”.
Los planes de Santander y BBVA en México
Respecto a Santander, hay que resaltar que las declaraciones de Botín se produjeron antes de que López Obrador cancelara el aeropuerto. Pero ni siquiera eso alteró el discurso del banco. Este domingo, el presidente ejecutivo del Grupo Financiero Santander México, Héctor Grisi, habló. Lo reseñó El Financiero. Y de sus declaraciones lo que se extrae es un voto de confianza.
“El impacto por la cancelación del aeropuerto no es mucho más que la de un proyecto, sino la forma en que se gestionó. Creo que el nuevo gobierno aprenderá cómo manejar la situación. Espero que tengamos una mejor perspectiva en los próximos meses”, dijo.
Al igual que a BBVA, en términos económicos, a Santander tampoco le alarma la cancelación del aeropuerto. Su implicación en el proyecto “no es material”, precisó Grisi.
“Nuestra exposición es más indirecta, por 62 millones de dólares [54 millones de euros] en cartas de crédito con 14 contratistas. Y como ninguna de ellas se ha ejercido, lo más probable es que no las renueven, así que no creo que tengamos un problema de ninguna manera”, explicó.
El caso es que Santander quiere ganar fuerza en México. En 2017, Botín marcó este mercado como prioritario y por ello lanzó un programa de inversión de 685 millones de euros hasta 2019 para estimular los negocios, modernizar sucursales, abrir otras nuevas, y ampliar el catálogo de productos digitales. A esto hay que sumar las buenas palabras dedicadas al mandatario.
En este momento, Santander ostenta 15% de la cuota de mercado. Es el segundo banco del país seguido muy de cerca por el grupo mexicano Banorte. Por así decirlo, no tiene nada que perder. Los resultados de los nueve primeros meses de 2018 reportaron un beneficio de 554 millones de euros, el cual equivale a 7% de las ganancias totales del grupo.
BBVA no puede decir lo mismo. Es muy dependiente del mercado mexicano. Casi la mitad del beneficio viene de Bancomer. Hasta septiembre, esa filial ganó 1.851 millones de euros, 41% del total. Y eso es algo que hay que defender.