Daniel Gómez (ALN).- La alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, advirtió que continúan “las tensiones políticas y los actos de violencia contra parlamentarios de la oposición”. También criticó el trato a periodistas, ONGs, así como los tratos “crueles e inhumanos” que se dan en la sede de Contrainteligencia Militar.
Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, puso el foco en la represión política en la actualización del informe sobre Venezuela este martes en Ginebra. Citó lo ocurrido el 5 de enero en la Asamblea Nacional, “cuando se impidió el acceso a los parlamentarios”. Citó la detención del diputado Gilber Caro, «privado de libertad sin que se conozca el lugar de detención”. También lo ocurrido el 11 de febrero en el regreso de Juan Guaidó de su gira internacional, “cuando colectivos armados atacaron a manifestantes y periodistas”.
Por todo lo anterior Bachelet afirmó que en el régimen de Nicolás Maduro “continúan las tensiones políticas y actos de violencia contra parlamentarios de la oposición”. Y que en algunos de esos casos las fuerzas de seguridad, lejos de detener la acción de los colectivos, los dejen actuar.
También criticó que en Venezuela se siguen allanando sedes de partidos políticos, ONGs y oficinas de medios de comunicación.
Que desde el régimen se emplea “una retórica que estigmatiza a las víctimas”. En su primer informe sobre Venezuela citó directamente a Diosdado Cabello, número dos del chavismo, de instigar esta retórica.
Bachelet notificó “tratos crueles inhumanos en la sede de Contrainteligencia”.
En el plano económico se dijo preocupada por las nuevas sanciones, “en especial las que afectan a Conviasa y a la industria petrolera”. Considera que “a pesar de las excepciones establecidas la población sigue sufriendo”. Llegó a decir que las “sanciones han obstaculizado la transferencia de recursos” para los niños y niñas venezolanas que necesitan trasplantes.
Para concluir, Bachelet pidió a las dos partes, a Maduro y Guaidó, “altura de miras” para convocar elecciones y “evitar un mayor escalamiento de las tensiones”. Confió “en que se puedan alcanzar acuerdos políticos para la renovación del Consejo Nacional Electoral”. Y pidió “elecciones incluyentes y creíbles”.