David Placer (ALN).- El magnate Roberto Kriete, presidente de Avianca, desembolsa los primeros 50 millones de dólares de emergencia para rescatar la aerolínea. El dinero procede de su propio bolsillo y se espera la llegada de un total de 250 millones de dólares que también aportará el socio United Airlines.
Avianca, la mayor aerolínea de Colombia y la segunda de América Latina, acaba de recibir 50 millones de dólares de emergencia por parte de su segundo gran accionista, el magnate salvadoreño Roberto Kriete, quien fue propietario de la línea aérea TACA hasta la fusión con Avianca.
Kriete ha confirmado la inyección de 50 millones de dólares de emergencia para que Avianca pueda hacer frente a los compromisos que ha dilatado e incumplido en los últimos meses, producto de la delicada situación financiera de la empresa y que ha terminado con la expulsión del hasta ahora presidente y máximo accionista Germán Efromovich.
Se trata de un préstamo a corto plazo de la sociedad Kingsland (propiedad de Kriete) con el que Avianca pretende afrontar sus compromisos más apremiantes: el pago de préstamos bancarios y compromisos con las empresas de alquiler de aviones con las que Avianca ha entrado en morosidad.
Roberto Kriete, segundo accionista de Avianca, ha entrado en una guerra directa con Germán Efromovich, el empresario que compró Avianca hace 15 años tras el proceso de privatización avanzado por el expresidente colombiano Álvaro Uribe. Kriete, en alianza con United Airlines, expulsó a Efromovich de la junta directiva al incumplir los pagos de la deuda adquirida con United.
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Ahora la nueva junta directiva ha abierto varias investigaciones para detectar las presuntas irregularidades cometidas bajo la presidencia de Efromovich y que han llevado a la empresa al borde de la quiebra. Entre ellas se encuentra la red de empresas de Efromovich que presuntamente se favorecían con los contratos con Avianca, además de supuestos sobornos con pasajes aéreos a funcionarios de varios gobiernos latinoamericanos que ya fueron denunciados ante las autoridades de Colombia y Estados Unidos.
Con la llegada de los 50 millones de dólares de emergencia, la compañía comenzará a ponerse al día con sus cuentas, mientras espera el desembolso de un total de 250 millones provistos principalmente por United Airlines.
La nueva junta directiva ha designado al exconsejero delegado de Aeroméxico, Anko Van Der Werff, para reestructurar la empresa, lograr una refinanciación y sacarla a flote. Los primeros 50 millones serán utilizados para cumplir las exigencias más inmediatas pero la empresa requiere más medidas.
Avianca necesita canjear los bonos de la deuda que vencen en mayo de 2020 por otros con vencimiento aplazado hasta 2023. Estos bonos suponen el desembolso de unos 500 millones de dólares, pero el agujero es aún mayor. La compañía ha cifrado su deuda en unos 4.600 millones de dólares, una elevada cifra que mantiene en vilo a la compañía que cuenta con 18.000 trabajadores.
La nueva junta ha comenzado a adoptar medidas urgentes para la reestructuración que incluyen la supresión de rutas deficitarias. Hasta ahora ha suspendido 25 rutas en Perú, Bolivia, Cuba, Guatemala y otros países de Centroamérica. “Nunca debimos haber tenido esas rutas”, explicó el presidente de Avianca, Roberto Kriete hace pocas semanas.
La empresa también tiene previsto deshacerse de unos 24 aviones del total de 168 que mantiene activos. Las aeronaves que venderá o devolverá son las más pequeñas, como los Airbus 318 y los Embraer 190 (de fabricación brasileña) que adquirió el expresidente Efromovich y cuya gestión está siendo analizada a través de equipos de abogados y auditorías forenses.
Avianca ha recibido 50 millones de dólares que necesita con urgencia para alejar el fantasma de la quiebra. Pero la cantidad es apenas una ínfima parte de lo que requiere para reestructurarse. Avianca tiene una deuda de 4.600 millones. Necesita cortar gastos y tiene muy poco tiempo
A pesar de la reducción de rutas, especialmente las de distancias cortas y medias, la empresa estudia la expansión de otras de largo radio hacia Norteamérica y Europa. Las rutas hacia Toronto, San Francisco, Miami y Barcelona (España) serán estudiadas para aumentar la rentabilidad de las operaciones.
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Avianca es la segunda línea aérea más antigua del mundo, sólo superada por KLM. También es la segunda aerolínea latinoamericana tras Latam, compañía resultante de la fusión de la brasileña TAM y LAN Chile.
La empresa ha planteado su plan estratégico “Avianca 2021” para intentar salvarse de la quiebra. No es la primera vez que la aerolínea se enfrenta a una situación de vida o muerte. En 2004, con la crisis generalizada de las líneas aéreas tras los atentados del 11 de septiembre de 2011, Avianca estuvo al borde de la quiebra. El gobierno colombiano decidió privatizarla y fue Germán Efromovich, el presidente hoy cuestionado, quien la transformó en la segunda aerolínea latinoamericana.
Hoy, la nueva junta directiva espera repetir la salvación, esta vez de la mano del exconsejero delegado de Aeroméxico, con una reconocida trayectoria en el mundo de las líneas aéreas. El holandés Anko Van Der Werff ha comenzado a recibir el aval de los bancos y de los bonistas, pero tiene poco tiempo. Debe reestructurar la deuda milmillonaria y transformar Avianca en pocas semanas para alejar definitivamente el fantasma de la quiebra.