Antonio José Chinchetru (ALN).- Mientras en España ETA anuncia su disolución (a pesar de que planea mantener en pie una nueva estructura para seguir activa aunque no atente), en América Latina aún hay varios grupos terroristas. La situación de unos y otros es muy desigual. En Colombia las disidencias de las FARC y el ELN mantienen su actividad, en Perú Sendero Luminoso está muy debilitado y el EZLN no atenta desde hace años en México. A todos ellos se suman los paramilitares fieles a los autócratas Nicolás Maduro y Daniel Ortega en Venezuela y Nicaragua. Además, en El Salvador la Corte Suprema de Justicia estableció en 2015 que las pandillas de maras se pueden considerar grupos terroristas. Sí se disolvieron los Tupamaros en Uruguay y la guerrilla Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca.
Tras años sin cometer atentados y muy debilitada por la eficacia de la lucha policial, la organización terrorista ETA ha anunciado su disolución. Carente de capacidad para atentar, sin embargo, no va a desaparecer completamente. Según desvela este jueves El Mundo, el grupo criminal ha creado una estructura clandestina que seguirá activa y está formada por 20 miembros. Lleva por nombre Comisión Técnica Provisional para Gestionar las Consecuencias de la Iniciativa Armada de ETA.
La más sangrienta banda terrorista surgida en España ha mantenido tradicionalmente vínculos con grupos similares en América Latina, algunos de los cuales siguen activos. A estos hay que sumar otros de nuevo cuño, que actúan al servicio de los regímenes de Nicolás Maduro en Venezuela y Daniel Ortega en Nicaragua.
La mayor parte de los miembros de la nueva estructura de ETA están encarcelados, pero otros permanecen en la clandestinidad. Según fuentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado citadas por la Cadena Ser, hay cerca de un centenar de etarras en América Latina. Se distribuyen fundamentalmente entre Venezuela, Cuba y México.
El ELN está incluido en las listas de grupos terroristas de EEUU y la Unión Europea
No obstante, el país latinoamericano que afronta en la actualidad la mayor amenaza terrorista es otro: Colombia. La más sangrienta organización terrorista de ese país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se transformó en partido político, cambiando la estrategia pero manteniendo los objetivos finales (Ver más: Las FARC cambian las armas por las urnas para tratar de destruir la democracia colombiana).
Tras los acuerdos de paz firmados por Juan Manuel Santos con la dirección de la guerrilla, la Unión Europea retiró a este grupo de su listado de organizaciones terroristas. Sí continúa, sin embargo, en el del Departamento de Estado de EEUU. Las FARC mantuvieron fuertes vínculos tanto con ETA como con otras bandas de América Latina.
1.- Disidencias de las FARC (Colombia)
A pesar de que las FARC renunciaron a la actividad armada, muchos miembros siguen practicando el terrorismo. El Gobierno colombiano estima que 700 se han integrado en las conocidas como “disidencias de las FARC”, si bien la Fundación Ideas para la Paz estima que son entre 1.000 y 1.500.
Estos grupos actúan principalmente en seis departamentos: Antioquia, Nariño, Arauca, Meta, Guaviare y Caquetá. Su acción criminal más famosa fue el secuestro y asesinato de tres miembros del equipo del periódico El Comercio de Ecuador en las jornadas previas a la Cumbre de las Américas, que se celebró los pasados 13 y 14 de abril.
2.- Ejército de Liberación Nacional (Colombia)
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), de ideología marxista-leninista y orientación pro-castrista, es en la actualidad la mayor de las organizaciones terroristas en activo en Colombia y el conjunto de América. Cuenta, según las estimaciones oficiales, con unos 1.500 miembros, si bien su número se ha podido incrementar en los últimos meses. Esto se debe a que antiguos miembros de las FARC que no han renunciado al terrorismo ni forman parte de las “disidencias” se han integrado en el ELN. Esta organización se fundó en 1964. Está en negociaciones con el gobierno de Santos, pero la no renuncia al uso de la violencia las pone en peligro.
El ELN está incluido en las listas de grupos terroristas de EEUU y la Unión Europea.
3.- Sendero Luminoso (Perú)
La captura de Abimael Guzmán en 1992 está considerada como un punto de inflexión en la derrota del Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso, más conocido simplemente como Sendero Luminoso. Esta organización terrorista de ideología maoísta estuvo especialmente activa hasta 1993.
Sin embargo, y aunque oficialmente ha renunciado a las armas, el grupo no se ha disuelto. Algunos miembros continúan atentando en varias regiones de Perú, aunque sin la efectividad de sus años más pujantes, y según las fuerzas de seguridad tienen vínculos con el narcotráfico. La Unión Europea lo mantiene en su lista de grupos terroristas.
4.- Ejército Zapatista de Liberación Nacional (México)
También de ideología marxista-leninista, con fuertes dosis de indigenismo, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) empezó a actuar en Chiapas (México) en 1994, aunque su creación es anterior. Las acciones armadas se prolongaron hasta 2005, si bien no se ha disuelto y las fuentes oficiales mexicanas estiman que cuenta con unos 40.000 miembros, incluyendo las denominadas “bases de apoyo zapatista”. En 2010, un antiguo miembro del EZLN dio a conocer pruebas de los vínculos de esta organización con ETA, según publicó el diario mexicano Reforma.
5.- Paramilitares chavistas y orteguistas (Venezuela y Nicaragua)
En los últimos años han surgido en Venezuela y Nicaragua grupos de corte paramilitar violento que responden a la forma de actuar propia del terrorismo de Estado. Son los colectivos chavistas (denominados círculos bolivarianos en una primera etapa bajo la Presidencia de Hugo Chávez), los motorizados y las turbas leales a Daniel Ortega, entre las que juegan un papel destacado las Juventudes Sandinistas.
La mayor parte de los miembros de la nueva estructura de ETA están encarcelados, pero otros permanecen en la clandestinidad
Estos grupos extremadamente violentos atacan a opositores a Maduro y Ortega. En algunas ocasiones actúan de forma independiente, pero en otras lo hacen de manera conjunta con la policía en labores de represión de protestas ciudadanas y otras acciones. Uno de estos grupos participó en la masacre de El Junquito, en la que murieron el expolicía Óscar Pérez y otros seis rebeldes venezolanos (Ver más: El régimen de Nicolás Maduro ha cometido una masacre al más puro estilo fujimorista).
6.- Las maras en El Salvador
La Corte Suprema de Justicia de El Salvador estableció en 2015 que las pandillas de maras pueden considerarse como grupos terroristas. De acuerdo con el Instituto de Medicina Legal del país, hasta ese año se habían cometido 3.603 homicidios, un promedio de 14 al día. Muchos de estos crímenes se atribuyen a las pandillas Barrio 18 y MS13.
– Los disueltos: Tupamaros y URNG
Entre los grupos terroristas que sí desaparecieron se encuentra el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una guerrilla de izquierda radical que actuó en Uruguay en los años 60 y principios de los 70. En 1985 llegó el abandono de las armas y el ingreso en la arena electoral. Fue entonces cuando Raúl Sendic afirmó que los Tupamaros se integrarían en el Frente Amplio de manera formal.
Asimismo, en Guatemala la guerrilla Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) depuso las armas en 1996 tras un proceso de paz auspiciado por Naciones Unidas que puso fin a 36 años de guerra civil. En 1997, la URNG se convirtió en partido político y en las elecciones de 1999 se presentó en una coalición de izquierda. Obtuvieron el tercer puesto.