Redacción (ALN).- Darielvis Sarabia, madre del niño venezolano que fue asesinado por la Guardia Costera de Trinidad y Tobago, fue trasladada sorpresivamente y aún convaleciente por los tiros que recibió el pasado 5 de febrero del hospital a una estación de policías para rendir declaraciones.
La mujer, herida en un brazo por los disparos de los guardacostas, había sido dada de alta al mediodía del viernes y fue detenida por la policía mientras se realizaban los actos fúnebres de su hijo. Sin embargo, sufrió una recaída y tuvo que ser nuevamente llevada al centro médico.
Justamente este viernes se realizaron los actos fúnebres del infante venezolano en la isla.
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