(EFE).- El juez de la Audiencia Nacional española José Luis Calama reabrió la investigación sobre el supuesto espionaje con el programa Pegasus de los teléfonos móviles del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y de varios ministros tras recibir nuevos datos de Francia.
El magistrado investigó durante casi un año la infección en cinco ocasiones del móvil de Pedro Sánchez, y también de los ministros de Defensa, Margarita Robles; Interior, Fernando Grande-Marlaska; y Agricultura, Luis Planas, entre 2020 y 2021.
No obstante, acabó archivando el caso por la «absoluta» falta de cooperación jurídica de Israel, país donde tiene su domicilio social el grupo NSO, que ha desarrollado y comercializado el programa.
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Sin embargo, el juez ha recibido ahora una Orden Europea de Investigación (OEI) por parte de Francia en la que incorpora una causa llevada a cabo en 2021 por múltiples infecciones con Pegasus de teléfonos de periodistas, abogados, personalidades públicas y asociaciones gubernamentales y no gubernamentales, así como miembros del Gobierno francés, ministros y diputados.
Esta información, según el juez español, si se compara con los resultados de los análisis del Centro Criptológico Nacional sobre los dispositivos infectados del presidente del Gobierno y de los ministros, puede permitir avanzar en las investigaciones de ambos países para determinar la autoría.
Comparaciones entre ambos casos
Las pesquisas de Francia determinaron que cada servicio que utilizaba el programa Pegasus creaba una infraestructura que podía usarse para atrapar varios números, según explica en un auto el magistrado español.
Esto lleva al juez Calama a concluir que «es posible establecer comparaciones entre las pistas encontradas en los distintos teléfonos infectados para identificar una única fuente de infestación».
Al mismo tiempo, el magistrado ha encargado al Centro Criptológico Nacional un informe que compare los elementos técnicos recabados en las investigaciones francesa y española para determinar la autoría de los ataques informáticos.
Con el resultado de este análisis, el juez cree que se podrá llevar a cabo un intercambio más amplio de datos con Francia y, así, conocer el contenido de la información que la sociedad NSO Group les facilitó sobre el proceso del control interno de Pegasus y un detalle más completo de las investigaciones desarrolladas por la Agencia Nacional Francesa de Seguridad de los Sistemas de Información (ANSSI).
«Todo ello permitirá una actuación conjunta y coordinada de las autoridades judiciales francesas y españolas en orden a determinar la autoría de la infestación llevada a cabo a través del programa espía Pegasus tanto en Francia como en España», concluye el juez.
Antes de cerrar el caso y con el objetivo de averiguar quiénes estuvieron detrás del espionaje, el juez remitió hasta cuatro veces sin éxito una comisión rogatoria a Israel en la que pedía información de la sociedad NSO Group.
En la documentación aportada por Francia, las autoridades explican que se han dirigido a esa sociedad mercantil y que su investigación ha llevado a solicitar auxilio judicial a Estados Unidos e Israel, dado que dicha empresa negó ser responsable de la infección de los teléfonos y afirmó que cualquier información adicional debía solicitarse mediante las herramientas de cooperación judicial.
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