Elizabeth Fuentes (ALN).- Flores comestibles, películas que abren el apetito, rutas para engordar y organizaciones empeñadas en combatir el hambre son algunas de las posibilidades que exhibe la capital española en el Gastrofestival Madrid 2018, que concluye este domingo.
Quedan pocos días pero nadie se cansa. En este maratón gastronómico que recorre toda Madrid, las ganas de seguir degustando sabores nuevos, aprendiendo técnicas diversas o descubriendo los secretos más íntimos de la cocina y sus protagonistas van creciendo a medida que se acerca el final del Gastrofestival Madrid 2018. Esta iniciativa cuenta con nueve años en su haber y ha invadido las calles de la ciudad con tantos aromas como ideas novedosas ha habido en el arte de cocinar y comer, esos dos buenos aliados que han hecho del festival un éxito delicioso.
Desde hoy hasta el domingo 4 de febrero aún queda mucho por saborear. Y como todo en la cocina, habría que comenzar por los mercados, los cuales, como señalan los organizadores del festival, “aportan la frescura, no sólo de sus productos, sino también de la nueva imagen y estrategias que están desarrollando para continuar siendo los referentes de la distribución alimentaria de proximidad y máxima calidad”.
Desde hoy hasta el 4 de febrero queda mucho por saborear
Basta con asomarse a la apretada programación para encontrar en el mercado de Barceló degustación de minihamburguesas, arepas, vinos o de menú con flores, entre decenas de posibilidades. Y en el mercado de Antón Martín, en Lavapiés, habrá desde degustación de tapas hasta clases para niños y abuelos. Y lo mismo se repetirá en los mercados de Chamberí, Salamanca y La Castellana.
Una propuesta casi infinita para degustar, aprender y compartir sabores en esa nueva y fresca posibilidad que ha hecho de los mercados una cita necesaria para tapear y tomar en Madrid.
Rutas, cine y solidaridad
Este año repitieron las rutas con mayor éxito, como la llamada Ruta Golosa que, dulce tras dulce, lleva a los amantes del postre a sitios imprescindibles, como el histórico La Mallorquina en la Calle Mayor, hasta la chocolatería Bombón, en Malasaña. Otra ruta exitosa ha sido la Degustatapas, donde participan 134 restaurantes ofreciendo su tapa especial más la cerveza, a sólo tres euros.
Y aquí sí hay que detenerse en la programación porque la variedad es enorme. Lo más conveniente es buscarlos por zona (sólo en Salamanca hay 22 locales y en Chamberí y La Latina otros 20), y no montarse en el peso después de semejante degustación.
Los restaurantes donarán un euro por cada menú a la ONG Acción contra el Hambre
Menos amplia pero igual de atractiva es Nuestras Barras Favoritas, donde por seis euros se disfruta de una copa de Rioja y una tapa. Es que en el Gastrofestival Madrid hasta la oferta cultural es multisápida, porque en Gastrocultura han asociado el buen comer a todas las ramas del arte -cine, teatro, literatura, música, fotografía-, y basta con hacer la búsqueda correspondiente en la programación para decidir lo que más se adapte a cada quien.
“La gastronomía se escapa de las cocinas para dar el salto a cuadros, obras de teatro, libros…”, explican los organizadores, quienes han incluido la simpática propuesta de ‘¿Que cocinan los actores y directores de cine?’, que se escenifica a diario en la librería Ocho y Medio Libros de Cine, hasta el 4 de febrero incluido.
Y como hablar de comer se asocia a su opuesto, en el Gastrofestival también ha habido organizaciones que buscan ayudar a las personas con menos recursos, de manera tal que todos los restaurantes participantes donarán un euro de cada menú a la ONG Acción contra el Hambre. Mientras, Tuuulibreria y Chefugee (una organización de cocineros refugiados en Madrid) han organizado en la sede de la librería dos cenas con chefs refugiadas de Siria, la última de las cuales será el 3 de febrero y donde cocinará Samira, de Aleppo. El precio de cada menú será de 25 euros.
Valga el cliché: en este festival habrá para todos los gustos.