Redacción (ALN).- Restaban menos de 5 segundos cuando, con el partido empatado a 107 puntos por lado, el base George Hill cobraba el segundo de los tiros libres con el que podría darle el triunfo a los Cleveland Cavaliers sobre los Golden State Warriors en el primer partido de la final de la NBA de 2018.
El hombre que lo asistió antes de recibir la falta de Klay Thompson y quien es considerado por muchos como el mejor jugador de la historia del baloncesto, LeBron James, miraba desde el perímetro con expectación.
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Para la sorpresa de los fanáticos de los Cavaliers, Hill falló el segundo tiro, pero J.R. Smith saltó más que todos y bajó la tabla. Solo que, en vez de tratar de anotar, tal y como estaba de cara al aro, corrió hacia la mitad de la cancha y pasó a un lado de LeBron James, quien le reclamaba por el «cruce de cables» y gesticulaba con los dos brazos para que corriera en dirección opuesta.
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«Estaba intentando conseguir el espacio necesario para conseguir un tiro liberado. Sabía que estábamos empatados, así que pensé que pediríamos un tiempo muerto. Si hubiese creído que íbamos por delante habría agarrado el balón para que me hiciesen falta», explicó más tarde J.R. Smith.
La buena serie de LeBron James
El error mental solo envalentonó a los Warriors, que en la prórroga fue muy superior a Cleveland y se llevó el triunfo por 124-114, pese los 51 puntos de LeBron James.
Y de allí en adelante, el «big three» de Steph Curry, Draymond Green y Kevin Durant no dejaron escapar ninguno de los juegos y barrieron a unos Cavaliers que tuvieron en LeBron, quien promedió 34 puntos, 10 asistencias y 8.5 rebotes en la serie, a su mejor jugador.
