Antonio José Chinchetru (ALN).- Pedro Sánchez se ha convertido en el nuevo presidente del Gobierno de España con el apoyo de una heterogénea mezcla de partidos en la moción de censura contra Mariano Rajoy. Quienes han votado para desalojar a Rajoy de La Moncloa son el PSOE, Unidos Podemos y sus socios de Compromís, Esquerra Republicana de Catalunya, Partido Nacionalista Vasco, Partido Demócrata Europeo Catalán, EH Bildu y Nueva Canarias.
Hasta el jueves por la tarde todavía no se sabía el resultado de la moción de censura contra Mariano Rajoy. Pero poco antes de las cuatro todo parecía claro, puesto que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) informó en ese momento al Gobierno y al PSOE que votaría a favor de desalojar a Rajoy de La Moncloa. La sorpresa surgió cuando el PDeCAT no aclaró su postura en la primera intervención y anunció que postergaba la decisión. Finalmente, tras la réplica de Pedro Sánchez, el partido de Carles Puigdemont confirmó su apoyo al socialista. Sánchez ha vencido gracias a una heterogénea coalición en la que entran desde los independentistas catalanes hasta EH Bildu, considerada heredera del brazo político de ETA, y Podemos.
El primer partido en anunciar su apoyo a Sánchez fue Nueva Canarias, que concurrió a las elecciones generales en coalición con el PSOE. El portavoz, Pedro Quevedo, explicó que “no sólo porque estamos obligados a cumplir con nuestra responsabilidad, sino porque nos ha parecido oportuna la presentación de esta iniciativa. Nueva Canarias hará honor a su compromiso” de apoyar la candidatura de Sánchez.
La representante de EH Bildu, Marian Beitialarrangoitia, tuvo una primera intervención en la que no quedó clara su postura. Afirmó que el PSOE y el PP “forman parte del mismo régimen” y presentó un discurso muy radical. Finalmente, y ante el desconcierto que había provocado, en la contrarréplica a Sánchez aclaró que sus tres diputados votarían a favor de la moción.
Uno de los argumentos que dio fue que Rajoy “es el carcelero de los presos y de Euskal Herria” (el País Vasco en el lenguaje del nacionalismo vasco más radical). EH Bildu está considerada la heredera de Batasuna, brazo político de ETA. Su coordinador general es Arnaldo Otegi, quien estuvo en prisión por formar parte de la banda terrorista y participar en el secuestro en 1979 del político Javier Rupérez y posteriormente por enaltecimiento del terrorismo.
No hubo sorpresa en la postura anunciada por el representante de Compromís, Joan Baldoví. Esta formación, con cuatro diputados, es la aliada de Podemos en la Comunidad Valenciana, pero no está integrada en su grupo parlamentario. Baldoví le recordó a Pedro Sánchez que ya intentó apoyarle hace dos años para que fuera presidente del Gobierno.
Cuando todo parecía atado por el PSOE, intervino el portavoz del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), Carles Campuzano. Para sorpresa de todos, le reprochó a Sánchez su apoyo a Rajoy en la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Le dijo que esperarían a su respuesta antes de decidir el voto de los ocho diputados de esta formación. Finalmente, y tras el compromiso del socialista de negociar con los independentistas, anunció que “desde la discrepancia vamos a apoyar esta moción de censura para poner fin a la etapa de Mariano Rajoy”. El PDeCAT es el partido de Carles Puigdemont y su objetivo declarado es conseguir la independencia de Cataluña.
El del PNV fue el voto más disputado. Sin embargo, cuando su portavoz, Aitor Esteban, subió a la tribuna de los oradores ya no había lugar al misterio. Ya se sabía que sus cinco diputados apoyarían a Pedro Sánchez, después de que este anunciara que respetaría los Presupuestos Generales del Estado (PGE). El PNV había negociado los PGE con el gobierno de Rajoy, logrando el compromiso de fuertes inversiones en el País Vasco. También fue clave el compromiso del candidato socialista de negociar con los independentistas catalanes, apoyados por la formación nacionalista vasca.
El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Tardá, dijo que los votos favorables de sus nueve diputados no eran en apoyo a Sánchez sino para “desalojar” a Rajoy. Dejó claro que el objetivo de ERC es “construir la república” catalana independiente y reclamó la liberación de los políticos en prisión provisional acusados de delitos de rebelión, sedición y malversación, a los que llamó “presos políticos”. En su estilo, dibujó a España como un país donde pareciera que el franquismo sigue vivo. Afirmó que para ERC en Cataluña existen diferencias entre un Gobierno socialista apoyado por Podemos y un Gobierno del PP sustentado por Ciudadanos, y que prefiere el primero.
Al igual que pasó con Compromís, no hubo sorpresa con Podemos y las conocidas como “confluencias”. Los 67 diputados se integran en el llamado Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea. Esta larga sopa de letras se reflejó en las intervenciones, puesto que hablaron el propio Pablo Iglesias; el líder de Izquierda Unida (coalición encabezada por el Partido Comunista de España), Alberto Garzón; la portavoz de En Comú Podem (la marca catalana de Podemos), Lucía Martín; y el portavoz de En Marea (la marca gallega), Miguel Anxo Fernández. Lo más relevante fue la exigencia de Pablo Iglesias a Sánchez de que forme un gobierno en el que estén presentes miembros de Podemos y sus confluencias. Además, exigió negociación con el independentismo.
El último partido en mostrar el apoyo a Sánchez fue su propia formación, el PSOE, con 84 diputados. Se encargó de hacerlo la portavoz parlamentaria, Margarita Robles. En su breve intervención dijo que el nuevo Ejecutivo seguirá “el modelo de José Luis Rodríguez Zapatero”.
En contra de la moción de censura tomaron partido el PP, así como sus aliados de Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro, y Ciudadanos, formación partidaria de que se convoquen nuevas elecciones. La única diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, optó por la abstención. Cuando ya se sabía qué postura iba a tomar cada partido, y antes de la votación, Mariano Rajoy tomó la palabra para felicitar a Sánchez y desear suerte a todos “por el bien de España” (Ver más: Mariano Rajoy se despide deseando “suerte por el bien de España”). Poco después se confirmó la victoria de la moción de censura con el voto favorable de 180 diputados, cuatro por encima de la mayoría absoluta mínima.