Patricia J. Garcinuño (ALN).- El mercado inmobiliario goza de un gran impulso desde que se aprobó la reforma de la ley de vivienda de Cuba en 2011. Sin embargo, quienes compran y venden casas se enfrentan a dificultades como la excesiva burocracia, el pago de sobornos, la escasez de insumos y el alto costo.
Hace unos años se dio el pistoletazo de salida a un sector que en Cuba estuvo anulado por más de medio siglo: la compra-venta de casas. La reforma de la vivienda que se realizó en 2011, recogida en el Decreto-Ley 288, autorizó a los cubanos a fijar libremente un precio entre comprador y vendedor. También garantizó los derechos de propiedad, transferencia y herencia de inmuebles.
Un 40% de los entrevistados mencionó que realizó pagos ilegales a notarios para agilizar los trámites
Además, el anuncio de la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos hizo que los precios de las casas tuviesen un repunte. En febrero de 2016, la casa de mayor precio en la conocida web cubana de anuncios Revolico.com, era una vivienda en Miramar -una exclusiva zona residencial de La Habana donde vivía la clase alta cubana antes de la Revolución- que se vendía por 900.000 pesos cubanos convertibles (CUC) (900.000 dólares / 787.677 euros). La de menor precio estaba en el municipio habanero de Marianao y se vendía por 7.000 CUC (7.000 dólares / 6.126 euros).
Sin embargo, quienes se dedican a la compra-venta tienen numerosas dificultades. Así lo refleja el estudio Voces del cambio en el sector no estatal cubano, elaborado por un equipo de investigadores coordinado por el economista Carmelo Mesa-Lago.
Entre uno y seis meses para inscribirse en el Registro de la Propiedad
Las trabas administrativas son una característica de Cuba que también se refleja en este ámbito. Los 20 entrevistados en el estudio se inscribieron en el Registro de la Propiedad, ya que no es posible comprar o vender una vivienda sin hacerlo. A un 70% de ellos, el trámite les llevó entre uno y seis meses. A un 30%, entre siete y 12 meses.
Algunos de los encuestados comentaron lo arduo que era el proceso de registro. “Supuso mucho trabajo, estuvimos casi un año para conseguir que se registrara la propiedad. Cuando no se equivocaba el arquitecto, se equivocaba el abogado. Siempre pasaba algo y había que echarlo todo para atrás”, dijo uno de los entrevistados.
La mayoría de los notarios cobran sobornos
Aunque un 90% de quienes tramitan la compra o la venta de una casa considera que fue fácil conseguir un notario para realizar la transacción, muchos señalan que es casi imprescindible sobornar al notario para agilizar los trámites.
De hecho, un 40% de los entrevistados mencionó que realizó estos pagos ilegales. Uno de ellos comentó que el notario “oficialmente cobró 30 pesos cubanos nacionales (CUP), pero para que todo se agilizara y pudiera concretarse en el menor tiempo posible tuve que pagarle 30 CUC”. Otro agregó que “si no le das unos pesos extra te demoras, a mí me salió por 35 CUC porque fui recomendado”. Entre los que no pagaron sobornos, uno de ellos explicó: “No fue fácil, porque hay muchas personas que están haciendo el trámite. Hay que hacer una cola y estar bastante tiempo esperando”.
La complicada tarea de encontrar material de construcción
Tampoco es fácil conseguir insumos. Un 60% de los encuestados contestó que el acceso a materiales de construcción era difícil, y tan solo un 35% dijo que era fácil. Un 5% de ellos fue ambiguo. Uno de los cubanos entrevistados comentó que “hay cosas que uno necesita y no aparecen por ningún lugar, cosas que deberían estar en todas las ferreterías y no hay. Ahora tampoco se encuentran acudiendo a los cuentapropistas, hay que ir al mercado negro con todos los riesgos que ello implica”.
Con respecto a los precios, el 85% afirmó que eran altos o muy altos. Un 5% contestó que eran adecuados y el 10% no opinó. “En los shopping son carísimos, tienes que conseguirlo todo en el mercado negro”, explicó uno de los vendedores.
No suelen recurrir a agentes inmobiliarios
Hasta finales de 2013, los agentes inmobiliarios estaban prohibidos, aunque trabajaban ilegalmente. A partir de 2014, están autorizados estos “gestores de permutas y compra-venta de viviendas”, según fueron denominados por el Gobierno, que cobran una comisión sobre el valor del inmueble que se ha transferido.
Un 65% utilizó las formas tradicionales de publicidad para anunciar o encontrar una vivienda
De los 20 entrevistados, solo dos contrataron a un corredor (como se denomina en la isla a los agentes inmobiliarios), uno de ellos fue un comprador y el otro un vendedor. Este último le pagó una comisión del 4% sobre el valor de la vivienda y el comprador le abonó 400 CUC, alrededor del 4% del valor pagado.
Ayuda de la familia y los amigos para financiar la compra
Cuando se les preguntó a los compradores cuáles habían sido las fuentes para financiar la compra de una vivienda, ninguno había solicitado un crédito. Sin embargo, un 8% pidió un mejor acceso al crédito bancario para financiar su vivienda.
Por otro lado, el 60% contestó que había pagado la vivienda haciendo uso de recursos propios y complementándolos con ayuda de familiares y/o amigos. Esto deja ver que los altos precios no permiten a la mayoría de los cubanos comprar una vivienda con sus propios recursos.
Tan solo un 30% afirmó que se había autofinanciado y un 10% que tuvo que ser ayudado por su entorno. De los siete compradores que recibieron alguna ayuda de familia o amigos, cuatro dijeron que venía de Cuba, dos del extranjero y uno de ambos.
Los cubanos buscan casa preguntando
A pesar de todos los avances que se han hecho en el mercado inmobiliario cubano en los últimos años, los medios para anunciar y encontrar viviendas siguen siendo bastante rudimentarios. Un 65% anunció o se enteró por formas tradicionales: boca a boca o carteles puestos por los vendedores en la fachada de sus casas. Un 27% usó internet, un 4% la radio y la televisión, y otro 4% utilizó los servicios de un corredor.