Daniel Gómez (ALN).- “La operación Trigger VI no sólo ha permitido arrebatar miles de armas ilegales de las manos de los delincuentes, sino también demostrar el compromiso de las fuerzas del orden de Suramérica pese a las dificultades planteadas por la pandemia mundial”, dijo el secretario general de la Interpol, Jürgen Stock.
Pistolas, escopetas, fusiles de asalto, municiones, explosivos…
Estas son algunas de las 200.000 armas que incautó la Interpol entre el 8 y el 28 de marzo en Suramérica. Esto fue posible gracias a un operativo conjunto con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), así como con los servicios de policía, aduanas, fronteras y fiscales suramericanos. Juntos rastrearon por tierra, mar, aire y el espacio cibernético 100.000 pruebas y bases de datos que adveIrtían de redes delictivas y rutas dedicadas al tráfico de armas. Casi 4.000 sospechosos fueron detenidos.
Los resultados del operativo, bautizado como Trigger VI, acaban de ser publicados por la Interpol. Y es que además de arrestar a personajes relacionados con el tráfico de armas, la operación desencadenó un efecto dominó contra mafias que también falsificaban documentos, estaban involucradas con el narcotráfico y con la trata de personas.
Los principales hitos de Trigger VI
– Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela fueron los 13 países donde transcurrió el operativo.
– En Uruguay las fuerzas del orden arrestaron a los miembros de una banda que usaban los medios sociales para fomentar la violencia mediante la publicación de fotografías en las que se exhibían portando armas ilegales.
– En Perú incautaron “grandes cantidades de munición” procedentes de la conocida como Triple Frontera, donde convergen Brasil, Argentina y Paraguay.
– En la Triple Frontera las autoridades peruanas también arrestaron a dos prófugos buscados por Estados Unidos por delitos de narcotráfico.
– En Lima interceptaron y recuperaron unas granadas sin detonar en una plaza pública “gracias al intercambio de pistas durante la operación”.
– En Chile arrestaron a un perseguido por la Interpol al que se buscaba por tráfico de armas y un delito grave relacionado con las drogas.
– Descubrieron la venta ilegal de 90.000 unidades de munición en territorio chileno.
– En Brasil, la Policía Federal confirmó que en los 27 estados del país existe “la conexión evidente entre el tráfico de armas y las estafas, así como la venta de armas falsificadas entre bandas”.
– El Ejército y la Policía Federal de Brasil incautaron más de 60 armas ilegales en un establecimiento comercial sospechoso de usar documentos falsificados para desviar armas y munición de los canales legales. También arrestaron al supuesto cabecilla de la red dedicada a la falsificación y al contrabando.
– Se destruyeron 27 laboratorios de cocaína en Bolivia, incluido uno situado en una reserva de la región del Gran Chaco, en la frontera con Paraguay. Este último incluso tenía “una pista de aterrizaje camuflada para pequeñas aeronaves y estaba dotado de complejos sistemas de telecomunicaciones”.
– Rescataron a 33 víctimas de trata de personas, en su mayoría haitianas, durante una redada de armas en la terminal de autobuses de La Paz.
– En Bolivia también se produjo la incautación colectiva de más de 21 toneladas de cocaína, marihuana y precursores químicos.
Más colaboración para detener el tráfico de armas
Jürgen Stock, secretario general de Interpol, celebró que “la operación Trigger VI no sólo ha permitido arrebatar miles de armas ilegales de las manos de los delincuentes, sino también demostrar el compromiso de las fuerzas del orden de Suramérica pese a las dificultades planteadas por la pandemia mundial”.
Stock agregó que “las armas de fuego suponen una amenaza muy seria para la seguridad y la estabilidad de Suramérica. De ahí que la cooperación interinstitucional transnacional sea fundamental para descubrir y desmantelar a las organizaciones delictivas y los grupos terroristas implicados”.
La directora general de la Unodc, Ghada Waly, destacó el trabajo conjunto con la Interpol. Definió como “fundamental” que ambos organismos “aúnen fuerzas para asegurarse de que los países desarrollan la capacidad y las herramientas necesarias para combatir el tráfico de armas de fuego tanto sobre el terreno como en los tribunales”.
Waly también tuvo buenas palabras para las autoridades de los 13 países que participaron en el operativo y agregó que este tipo de operativos “están en consonancia con la función de nuestra oficina de garante de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y su Protocolo sobre Armas”. Esto dos últimos instrumentos jurídicos son los únicos que abordan la trata de armas a escala internacional.