Daniel Gómez (ALN).- Una fuente conocedora afirma al diario ALnavío que sobre la mesa de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina sí estuvo una restructuración de la deuda a través de la Facilidad de Liquidez Temporal para Situaciones Excepcionales. Un mecanismo que, según la fuente, es más una “decisión político-financiera” que una solución real para el problema de la deuda de Venezuela.
La semana pasada en Buenos Aires los ministros de Finanzas de América Latina aprobaron una restructuración de la deuda de Venezuela con CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
Para esta operación CAF utilizó el mecanismo de Facilidad de Liquidez Temporal para Situaciones Excepcionales. Este sirve, explicó la entidad en un comunicado, para “minimizar el impacto de circunstancias de riesgo macroeconómico en sus países miembros”. CAF, sin embargo, no precisó los detalles del funcionamiento del mecanismo. Detalles que ahora una fuente conocedora de lo ocurrido en Buenos Aires aporta al diario ALnavío:
“En CAF los países tienen dos tipos de acciones: A y B. Las acciones A están en manos de entes centralizados, como el Ministerio de Finanzas y el Banco Central. Las acciones A, además, sólo las poseen los socios fundadores de CAF, como Venezuela y otras excepciones como España. Luego están las acciones B de los países, en manos de organismos no centralizados. Estas acciones tipo B son las que venderá Venezuela. Pero las A, las que siguen siendo del gobierno, siguen intactas. Y esto es lo que da la permanencia a Venezuela en CAF”, explicó.
La operación no resuelve el problema de Venezuela
Por tanto, CAF compra a Venezuela las acciones tipo B. Y a partir de ahí, a Maduro se le abre un plazo de seis meses para pagar los 1.500 millones de dólares que le debe a la institución. ¿Pero lo conseguirá?
“Realmente esta operación no resuelve el problema. Las acciones B representan unos 300 millones de dólares, mientras que la deuda es mucho mayor”, dijo la fuente.
“Realmente esta operación no resuelve el problema. Las acciones B representan unos 300 millones de dólares, mientras que la deuda es mucho mayor”, dijo la fuente.
Añadió que “la decisión de CAF pretende salvar a Venezuela de salir de la institución. Al final, en América Latina los países piensan constantemente que pueden caer en impagos, y perder su condición de socios, por eso está este mecanismo”, agregó la fuente.
Por todo lo anterior, concluye que la medida de CAF -y de los gobiernos de América Latina, precisa- forma parte de “una operación político-financiera”. Política, porque da tiempo a Maduro para pagar sus deudas, aunque con las limitaciones anteriormente explicadas. Y financiera, porque ayuda a sanear el balance de CAF.
Respecto a este último punto cabe destacar lo que le dijo la empresa de calificación crediticia Fitch a la agencia Argus. “Cualquier medida que conduzca a una mayor confianza de que Venezuela continuará cumpliendo sus obligaciones de deuda a tiempo y a una reducción en el tamaño de la exposición respaldaría la calificación de CAF”.