Redacción (ALN).- Hasta en tres ocasiones un juez de segunda instancia intentó liberar al expresidente brasileño. Otros tres magistrados se lo impidieron.
El juez de guardia Rogério Favreto, del tribunal de segunda instancia de la Cuarta Región (TRF4), con sede en Porto Alegre, ordenó liberar al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Se cogió al habeas corpus que planteó la defensa del líder del Partido de los Trabajadores, condenado a 12 años de cárcel por corrupción. Un líder que, además, es favorito a ganar las elecciones presidenciales del próximo octubre. Entonces, Favreto presentó la orden de liberar a Lula. 20 minutos después, el juez anticorrupción Sérgio Moro, fiscal general del escándalo Lava Jato y quien condenó a Lula en primera instancia, afirmó que Favreto carece de competencias para ordenar la liberación. Poco después, Favreto emitió una nueva orden de excarcelación. Pasada otra media hora, el Ministerio Público Federal cuestionó también la competencia del juez del TRF4. Al rato, el juez Joao Pedro Gebran Neto, relator del juicio de Lula en el TRF4, anuló la orden de liberación emitida por Favreto. Este no se dio por vencido y ordenó liberar a Lula de nuevo: “Reitero el contenido de las decisiones anteriores, determinando el inmediato cumplimiento de la medida de liberación en el plazo máximo de una hora”, escribió según reseña el periódico El Diario Uno. De nada valió porque finalmente, el presidente del TRF4, Carlos Eduardo Thompson Flores, decidió mantener a Lula preso, respaldando la decisión del relator del caso Gebran Neto.