María Rodríguez (ALN).- Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú comparten región pero no el diagnóstico de cómo les irá a sus economías a medio plazo. De las cinco, la peor parada es Argentina, que se apremia por salir del agujero en el que está inmersa. Colombia, en cambio, despunta y brinda confianza a los inversores. Tres economistas consultados por el diario ALnavío analizan cómo evolucionará cada uno de esos países, también con el factor del éxodo venezolano presente.
La evolución de las economías emergentes latinoamericanas no es homogénea. Las hay, como es el caso de Colombia, que despuntan claramente. Otras, como Argentina, se apremian por salir del agujero económico en el que están inmersas. A algunas les afecta el éxodo venezolano, al impactar negativamente en el desempleo. Y luego está Brasil, de la que los analistas consultados por el diario ALnavío destacan que no está en crisis, pero sí vive un caos político que puede perjudicarle en lo macroeconómico.
Así evolucionarán las economías de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú en los próximos meses según las valoraciones de tres analistas desde Madrid: David Cano, director general de Afi Inversiones Financieras Globales; Darío García, analista de XTB; y Alejandro Varela, gestor del fondo de inversiones Renta 4 Latinoamérica.
Argentina
“A Argentina le toca cumplir con las obligaciones de déficit fiscal del FMI (Fondo Monetario Internacional) y devolver el dinero prestado. A medio plazo probablemente la economía del país se contraiga, principalmente por la reducción del gasto público”, explica al diario ALnavío Darío García, de XTB. Y añade: “Ahora mismo si el primero en no gastar es el Gobierno (que tiene previsto eliminar más de una decena de ministerios) es muy complicado que el sector privado lo haga”.
García: “A medio plazo probablemente la economía argentina se contraiga, principalmente por la reducción del gasto público”
El analista se refiere al programa de asistencia financiera por 50.000 millones de dólares acordado con el FMI. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima en un estudio de agosto una caída del Producto Interior Bruto argentino de 0,3% en 2018. No obstante, precisa que dicha previsión se debe “no sólo a la contracción esperada en el consumo y la inversión, producto de la depreciación cambiaria, la política monetaria contractiva y la reducción del gasto proyectadas, sino también a una importante caída de las exportaciones, asociada a la fuerte sequía que afectó al sector agrícola local en el primer semestre del año”.
Para Alejandro Varela, gestor de fondos de Renta 4, “con el respaldo del FMI bastante avanzado (se aprobó en junio), en septiembre los mercados deberían irse asentando y suavizarse el castigo [al peso argentino]”. ¿Qué le queda a Argentina? “Debería presentar un plan fiscal creíble, que el mercado pudiera valorarlo positivamente y a partir de ahí que se vea un punto de inflexión”, matiza el gestor.
Brasil
David Cano, de Afi Inversiones Financieras Globales, destaca de Brasil la inestabilidad política. Subraya que el país “debería poner en orden el marco puramente político porque esa inestabilidad está provocando un menor crecimiento del PIB”.
Y es que la corrupción hace estragos en la política del país. La expresidenta Dilma Rousseff fue destituida por maquillar las cuentas del Estado en su beneficio. También se le acusa de estar involucrada en el caso Lava Jato. Según la justicia, participó en la red de corrupción y blanqueo de la petrolera estatal Petrobras, el mismo escándalo que llevó a la cárcel a su mentor Lula da Silva. Por cierto, este fin de semana se confirmó que la Corte Electoral de Brasil deja fuera de la carrera electoral a Lula para los comicios del 7 de octubre (Leer más: Dilma Rouseff: El Partido de los Trabajadores ganará las elecciones con Lula o sin él).
En cuanto a Michel Temer, presidente desde el impeachment de Rousseff, cuenta con el apoyo de apenas 5% de los brasileños, según un sondeo realizado por Ibope para la Confederación Nacional de Industrias. La crisis de reputación de Temer también tiene que ver con la corrupción. Aunque de momento, ha conseguido librarse de dos procesos de destitución.
“A nivel económico Brasil está bien, acorde a sus comparables de la zona y emergentes. Pero la visibilidad que tiene ahora mismo el tema político puede perjudicarle”, insiste García. Para Varela el hecho de que no dejen presentarse a Lula a las elecciones despeja algo de incertidumbre, pero “indudablemente va a haber volatilidad en los mercados por el propio tema de las elecciones”, sentencia.
La incertidumbre política junto a las pérdidas vinculadas a la huelga nacional de camioneros en el país en junio (que paralizó sectores clave), rebajó los pronósticos del PIB para 2018. La Cepal estima que el crecimiento de la economía brasileña será de 1,6% para este año.
Colombia
Los tres analistas consultados por este diario coinciden en que Colombia es el país que está despuntando en América Latina. “Mantengo plena confianza con Colombia. El cambio de Gobierno ha sido bueno. La economía es buena y puede mejorar. Es el país que más confianza brinda dentro de América Latina”, subraya Varela. “Te da hasta coraje decirles qué tienen que hacer porque es verdad que lo han hecho bien. Está creciendo menos que otros años, pero tiene una situación económica bastante bien orientada”, apunta Cano.
Varela: “Mantengo plena confianza con Colombia”
Para García, el buen contexto económico de Colombia hace que el impacto del éxodo venezolano en el país sea positivo. Destaca que la mano de obra de los venezolanos que llegan a Colombia es cualificada, óptima para ocupar puestos en el sector industrial y de servicios colombiano. En consecuencia, “favorecerá un mayor aumento del PIB”. Varela y Cano no lo ven tan claro. Cano precisa que en principio no debería ser un elemento [el éxodo venezolano] que distorsione el PIB, aunque dependerá de cuánto aumente el número de migrantes. Varela considera que no es algo positivo para Colombia esta oleada y subraya el carácter “social” del problema.
Según la Cepal, la economía colombiana crecerá 2,7% en 2018 impulsada por “el aumento en el consumo de los hogares, en la inversión, la menor carga tributaria empresarial y un mejor ritmo de ejecución de proyectos de infraestructura”.
Ecuador y Perú
Pese a que García ve un impacto positivo del éxodo venezolano en la economía de Colombia, no comparte esa visión para Ecuador y Perú. El analista sostiene que en estos dos países existe una “cierta depresión laboral, falta de trabajo, y que lleguen los venezolanos genera una crisis complicada de llevar”. Y aclara: “en cuanto a la transición migratoria de venezolanos, dependiendo de la situación del país de destino, este se verá beneficiado o perjudicado. Colombia se beneficia. Ecuador y Perú no”.
Por otro lado, Varela apunta que en Perú aún existe “mucha incertidumbre política” y que es evidente el “hartazgo” de la población frente a la clase política. Sostiene que el país está creciendo por debajo de su potencial y que debería acercarse al mismo. La Cepal estima que la economía peruana crecerá 3,6% en 2018 basada en una política fiscal expansiva con gasto en obra pública y una reactivación de la inversión privada.
Respecto a Ecuador, el gobierno de Lenín Moreno se plantea firmemente reducir el gasto público, el déficit fiscal y disminuir la deuda pública del país, que se sitúa en 60.000 millones de dólares. Todo ello para ahorrar más de 1.000 millones de dólares ¿Cómo? Tiene un plan: eliminar ministerios y empresas públicas, vender vehículos oficiales, acabar con las contrataciones a dedo y subir el precio de la gasolina, entre otras medidas (Leer más: Las 5 reformas del gobierno de Lenín Moreno para ahorrarle 1.000 millones de dólares a Ecuador). Según la Cepal, el país crecerá 1,5% en 2018, sostenida principalmente por el consumo de los hogares y la probable recuperación del sector de la construcción.