Redacción (ALN).- Miles de personas dan el último adiós al director musical José Antonio Abreu. “Nos enseñó que el arte es un derecho universal”, dijo Gustavo Dudamel sobre su maestro, al que el Gobierno venezolano ofrendó una réplica de la espada de Simón Bolívar.
Venezuela está de luto. Miles de personas se dieron cita para despedir al maestro venezolano José Antonio Abreu. El director musical y gerente cultural, Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2008, embajador de la Unesco y tutor de Gustavo Dudamel murió el sábado en Caracas a los 79 años. El propio Dudamel dedicó unas palabras a su maestro, de quien destacó que “nos enseñó que el arte es un derecho universal y que la inspiración y la belleza transforman irreversiblemente el alma de un niño, convirtiéndolo en un ser humano más pleno, más sano, más completo, más feliz y, por ende, en un mejor ciudadano”. En un artículo publicado en el periódico El País, Dudamel aseguró que debe lo que es “a su generosidad, a su humanidad y a su visión. Siento un inmenso privilegio que me haya tocado compartir la vida al lado de alguien de su dimensión”. Ahora, señaló, “mi compromiso con su legado es eterno e inquebrantable”. Por su parte, el presidente, Nicolás Maduro, ofrendó la Bandera Nacional y una réplica de la espada de Simón Bolívar ante el féretro del fundador de la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela. Abreu “hizo historia de la bonita, de la grande, transmitiendo valores, construyendo una gran obra en la juventud, en los niños, en la familia venezolana”, dijo Maduro, según recoge Europa Press.