Daniel Gómez (ALN).- Quienes son ya usuarios de Huawei seguirán disfrutando de aplicaciones de Google. También seguirán teniendo acceso a la Play Store. Lo único que no pueden hacer es actualizar el sistema operativo Android. Y esto es un gran problema.
¿Los propietarios de móviles y tabletas Huawei seguirán disfrutando de YouTube? Sí. ¿Podrán enviar y recibir correos por Gmail? Sí. ¿Y utilizar el buscador de Google? También. Al menos hasta ahora.
La noticia de la semana es el veto de Google -y otras tecnológicas estadounidenses- a Huawei. Esta decisión responde a la amenaza del gobierno de Donald Trump de prohibir la actividad de Huawei en Estados Unidos por supuestamente espiar a ciudadanos estadounidenses con sus dispositivos.
El temor inicial de que los usuarios de Huawei perdieran acceso a las aplicaciones de Google (YouTube, Gmail, Chrome, Maps, Drive, Play Store…) ya pasó. Esto no ocurrirá. Lo que sí ocurrirá es la imposibilidad de actualizar el sistema operativo, Android.
Los usuarios de Huawei, y esto ya está confirmado, no podrán acceder a las nuevas versiones de Android, por lo que corren el riesgo de que las aplicaciones anteriormente mencionadas, y otras auspiciadas por Google, no funcionen en su teléfono en un futuro.
Esto es un gran problema para Huawei y en cierto modo explica las imágenes que se están viviendo ahora en todo el mundo. Gente devolviendo dispositivos recientemente adquiridos. Cancelaciones de pedidos por parte de las distribuidoras. Operadoras vendiendo móviles y tabletas Huawei con grandes rebajas…
En el horizonte sólo se dibujan dos soluciones a esta crisis. Que finalmente Trump desista de sus amenazas a Huawei. De hecho, el mandatario ha rebajado el tono contra la marca china y ha demorado tres meses la implantación de las sanciones. Además, hay quien dice que EEUU no tiene pruebas suficientes para vetar a Huawei.
Y la segunda solución: que Huawei utilice un sistema operativo propio y un nuevo banco de aplicaciones. De hecho, desde 2012 ya trabajan en ello. Este se llama HongMeng y ante el veto de Google, su desarrollo viene acelerándose. ¿Funcionará? La experiencia dice que no. Al menos a un gigante como Nokia no le funcionó y finalmente recurrió a Android.