Redacción (ALN).- Los migrantes venezolanos que intentaron ingresar de forma ilegal a Trinidad y Tobago, una acción que fue impedida a tiros por la Guardia Costera de ese país y que se saldó con la muerte de un bebé, refutaron la versión de las autoridades trinitenses, que afirmaron que el patrullero que controló la acción fue atacado por el peñero de los migrantes.
Las declaraciones de los migrantes venezolanos se conocen gracias al testimonio de los abogados Criston J. Williams y Siddiq Manzano, ofrecidas al diario local Newsday y citadas este miércoles por el medio venezolano Monitoreamos.
“Dijeron que el bote en el que viajaban tenía dos motores y uno de los motores se paraba y volvía a encenderse. También dijeron que la primera embarcación de la Guardia Costera que vieron fue la embarcación más pequeña. En ese momento no escucharon ninguna bocina o megáfono de esta embarcación. Sí vieron las bengalas, una de las cuales dijeron apuntaba al cielo, el otro apuntaba a su barco. Poco después de eso, escucharon los disparos. Dijeron que la Guardia Costera solo dejó de disparar después de darse cuenta de que alguien a bordo de su bote estaba herido. Debido al motor defectuoso, dijeron que no podían embestir a nadie o incluso tratar de escapar, así que en ese momento estaban parados“, dijo Manzano tras recabar las impresiones de los migrantes.
Según el abogado, entre los migrantes hay 20 menores y 17 adultos, que permanecen retenidos en el helipuerto de Chaguaramas desde el domingo pasado.
Con información de Monitoreamos.