Leticia Núñez (ALN).- El 2 de enero de 2017 Jorge Glas se preparaba para iniciar la campaña electoral con la que consiguió mantenerse en la Vicepresidencia. Hoy, 12 meses después de aquel optimismo, ha recibido el 2018 en la cárcel, condenado a más de seis años por el escándalo Odebrecht. Además, este martes terminó el plazo de ausencia temporal de Glas en el cargo de vicepresidente, por lo que desde mañana ya podrá considerarse como ausencia definitiva y ser destituido.
Del poder a la cárcel en apenas 12 meses. Así se podría definir el 2017 para el vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, quien recibió el año 2018 entre rejas, condenado a más de seis años de prisión por presuntamente haber recibido 13,5 millones de dólares en sobornos de Odebrecht.
Hace un año, Glas era poderoso. Llegó al Gobierno en 2009 como ministro de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información. Después ocupó la cartera de Sectores Estratégicos. Y en 2013, su amigo Rafael Correa le situó como número 2 del Ejecutivo. Era su hombre fuerte. Pero en apenas 12 meses la situación de Glas ha dado un giro de 180 grados. Si en el año nuevo de 2017 contaba con una posición de privilegio que le otorgaba poder y seguidores, hoy está cada vez más sólo.
Detenido por asociación ilícita, se enfrenta a otras investigaciones de la Fiscalía por delitos de peculado, enriquecimiento ilícito, cohecho, tráfico de influencias, lavado de activos y delincuencia organizada, tal como recoge el diario El Universo.
Si el 2 de enero de 2017, el vicepresidente Glas se preparaba para afrontar la campaña electoral con la que consiguió mantenerse en la Vicepresidencia, en una candidatura conjunta con Lenín Moreno, este 2 de enero se encuentra sin funciones y acusado de abandonar su cargo.
Casualidades, o no, de la vida, este martes se cumple el plazo de 90 días de ausencia temporal de Glas como vicepresidente, dado que ingresó en prisión el pasado 2 de octubre. Desde mañana ya podrá considerarse como ausencia definitiva y ser destituido.
Según una encuesta de Perfiles de Opinión, más de un 80% de los ecuatorianos no creen a Jorge Glas
Hasta ahora, el Ejecutivo de Moreno no se ha pronunciado formalmente sobre dicha ausencia definitiva, pero los legisladores no descartan que en el primer día laborable el presidente proponga una terna a la Asamblea para reemplazar a Glas, tal como recoge El Comercio. Lo que ya cuenta con el visto bueno del Parlamento desde la semana pasada es el juicio político al vicepresidente.
Algunos legisladores interpretan que si Glas deja de ser vicepresidente bajo el argumento del abandono del cargo, ya no procedería el juicio. Es decir, si la ausencia de Glas pasa a ser definitiva, ya no podrá ser censurado en el Parlamento, puesto que la Constitución no establece el enjuiciamiento político a un exmandatario, únicamente para los exministros.
Según el artículo 150 de la Constitución de Ecuador, en caso de falta definitiva del vicepresidente, la Asamblea, con el voto de la mayoría, debe elegir el reemplazo de una terna presentada por el presidente. No existe una fecha que obligue a Moreno a enviar una lista. El mandatario puede hacerlo cuando estime conveniente, según asegura el constitucionalista David Ochoa a El Comercio.
Si Moreno entrega una terna, la Asamblea deberá escoger al sucesor de Glas en un plazo de 30 días. Si el Legislativo no se pronuncia en 30 días, será posesionado el primero de la terna.
Algo que, para el periódico El Universo, representa una “magnífica oportunidad para Lenín Moreno de oxigenar su equipo, eligiendo para miembros de la terna a ciudadanos y ciudadanas honestos, trabajadores, con visión de país, capacidad de diálogo y apertura sin historias negativas en el servicio público”. En su editorial de este martes, reclaman “personas que garanticen la apertura y en las que la ciudadanía pueda confiar”.
Moreno quiere sustituir a Glas con alguien que “garantice coherencia y continuidad con el programa político”, así como alguien que genere estabilidad política. Según El Comercio, no descarta que una mujer pueda ocupar el cargo. ¿Guiño a María Alejandra Vicuña? Ella fue quien asumió las riendas de la Vicepresidencia en octubre tras el ingreso en prisión de Glas.
Vicuña, una psicóloga clínica de 39 años con un máster en Administración de Empresas, lideraba hasta ese momento la misión “Casa para Todos”, un programa del gobierno de Moreno que busca dar vivienda a todos los ecuatorianos. Asimismo, ocupó la Vicepresidencia de la Comisión Especializada del Derecho a la Salud e integró las comisiones que trataron las leyes para enmiendas constitucionales, la Garantía de los Derechos de las Personas con Discapacidad y de Educación Intercultural.
La credibilidad de Glas, por los suelos
Por si fuera poco, una encuesta realizada por Perfiles de Opinión en Quito, Guayaquil y Cuenca del 9 al 12 de diciembre, refleja que 83,88% de los ciudadanos no creen a Glas. Si en enero de 2017 gozaba de una credibilidad cercana al 40%, ahora apenas supera el 15%.