Zenaida Amador (ALN).- Hugo Chávez, apuntalado en la petrochequera venezolana, ayudó a Cuba a superar el abismo en el que cayó tras el cese del apoyo de la Unión Soviética. Ahora, cuando el chavismo se tambalea, la economía cubana vuelve a crujir. Estados Unidos lo sabe y extiende a la isla el efecto de las sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro en un paso más por acabar con el comunismo en el hemisferio; pero las alianzas de La Habana con Moscú pueden subir el tono de las tensiones con Washington en torno a la crisis venezolana.
El alcance de la crisis venezolana en la geopolítica mundial tiene múltiples dimensiones, un elemento que no puede perderse de vista a la hora de analizar el engranaje de acciones y reacciones que se vienen generando desde inicios de año y que avanzan hacia un nuevo nivel de tensión mientras Nicolás Maduro se resiste a salir del poder. Una muestra clara de ello fue la reciente decisión del Departamento del Tesoro de Estados Unidos de sancionar a dos compañías y 34 embarcaciones que participan en los envíos de hidrocarburos desde Venezuela a Cuba.
El mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, reaccionó de inmediato calificando estas sanciones como “un acto de extraterritorialidad, injerencia y de soberbia imperial”. La razón de esta enérgica respuesta son los duros efectos que la medida tendrá sobre la economía cubana debido a la dependencia que en las dos últimas décadas se ha desarrollado entre el castrismo y el chavismo.
Según Platts, la producción petrolera de Venezuela promedió 740.000 barriles diarios en marzo y se estima que seguirá en descenso. Aun con todo lo anterior, Maduro se mantiene fiel en el suministro de petróleo a Cuba
Cuando Hugo Chávez llegó a la Presidencia de Venezuela en 1999 de inmediato le lanzó a Cuba el salvavidas del Acuerdo de Cooperación Energética, que ha provisto a la isla un confiable suministro de petróleo con el cual logró remontar el abismo al que cayó tras la disolución de la Unión Soviética.
No hay que olvidar que el cese del apoyo de la URSS en 1990, del que dependía por entero la economía cubana, hizo que en tan sólo seis años el PIB de la isla se contrajera en más de 35%, mientras escaseaban los productos básicos y la población experimentaba un fuerte deterioro en su calidad de vida. Pero con los pactos suscritos con Caracas se comenzaron a revertir estas deficiencias y Cuba no sólo aprovechó el portaviones de Chávez para reflotar su economía sino también para fortalecer el proyecto de exportación del modelo socialista a lo largo de Latinoamérica.
Esto es bien sabido por Washington, que avanza en una cruzada contra este tipo de regímenes políticos. “La hora de la caída del socialismo ha llegado a nuestro hemisferio y francamente en muchos países alrededor del mundo. Los días del socialismo y del comunismo están contados, no solamente en Venezuela, también en Nicaragua y en Cuba”, aseguró Donald Trump a mediados de febrero.
El aliado caído
Venezuela experimenta una crisis política, económica y social sin precedentes. Entre 2013 y 2018 se ha perdido 53% de la actividad económica, la nación incumple sus compromisos de deuda externa, mantiene las importaciones en niveles mínimos, el desabastecimiento de rubros básicos es una constante, hay hiperinflación, colapsaron los servicios públicos y la población padece los estragos de una emergencia humanitaria.
Según Platts, la producción petrolera de Venezuela promedió 740.000 barriles diarios en marzo y se estima que seguirá en descenso, no sólo por el efecto de las sanciones internacionales sino por otros elementos como la falta de electricidad. Aun con todo lo anterior, Nicolás Maduro se mantiene fiel en el suministro de petróleo a Cuba.
Ante esto, a inicios de marzo la Asamblea Nacional venezolana ordenó la inmediata suspensión del suministro de crudo, combustible y sus derivados a la República de Cuba. “No vamos a seguir financiando la injerencia de los cubanos en nuestras fuerzas armadas y solicitamos la cooperación internacional para hacer efectiva esta medida”, aseguró Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela.
La respuesta de EEUU a este pedido llegó con las nuevas sanciones aprobadas la semana pasada. “Cuba continúa beneficiándose y apoyando al régimen ilegítimo de Maduro a través de esquemas de petróleo por represión mientras intentan mantener a Maduro en el poder”, argumentó el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Tras otro salvavidas
La alianza estratégica cerrada originalmente por Hugo Chávez y Fidel Castro se mantiene y la injerencia de La Habana sobre el régimen de Maduro llega incluso a manifestarse en la presencia de funcionarios cubanos en las propias Fuerzas Armadas venezolanas.
Cuba también ha vuelto la mirada a Rusia. A fines de 2018 Díaz-Canel se reunió con Vladimir Putin en Moscú para fortalecer relaciones y avanzar en acuerdos que incluyen el sector petrolero
Por eso Venezuela mantiene en pie los despachos a Cuba en alrededor de 50.000 barriles diarios, un volumen del cual se sostiene la isla mientras intenta encontrar otros benefactores. De hecho, para tratar de resistir a una eventual debacle del régimen de Maduro viene apretando el paso para licitar una veintena de bloques petroleros en la Zona Económica Exclusiva de la Isla en el Golfo de México.
Pero no todo está jugando a su favor. Abdelaziz Bouteflika era otro de los aliados estratégicos de Cuba, pero recién renunció a la Presidencia de Argelia, con lo que quedan en el aire algunos acuerdos binacionales como el que estipulaba el envío de petróleo a la isla a cambio de médicos y otros servicios hasta 2021.
Sin embargo, Cuba también ha vuelto la mirada a Rusia. A fines de 2018 Díaz-Canel se reunió con Vladimir Putin en Moscú para fortalecer relaciones y avanzar en acuerdos que incluyen el sector petrolero. Estos vínculos se han traducido en pronunciamientos de la Cancillería rusa a favor de La Habana ante los señalamientos en su contra del Gobierno de Estados Unidos al avanzar en el cerco contra Nicolás Maduro.
Rusia se juega todas las cartas con Nicolás Maduro
Esta alianza política más la tirantez que impera entre Moscú y Washington abre la posibilidad de que Rusia decida jugar un rol más preponderante en defensa de Cuba, tal como ya lo ha venido haciendo con Maduro.
Además, no hay que perder de vista los recientes señalamientos de altos funcionarios de Estados Unidos: Por una parte, el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, señaló que se adoptarán acciones adicionales contra Cuba en las “próximas semanas”, porque “la influencia de Cuba ha impulsado el fracaso de Venezuela y ha llegado el momento de liberar a Venezuela de Cuba” y, por la otra, el secretario de Estado, Mike Pompeo, ha señalado que la petrolera rusa Rosneft desafía las sanciones de Washington al comprar petróleo a Venezuela y darle ayuda a Maduro con estas operaciones.
Todo apunta a que en lo inmediato aumentarán las tensiones en el tablero internacional manteniendo a Venezuela en el epicentro de estos acontecimientos.