Redacción (ALN) .- El gobierno de Estados Unidos no prevé imponer sanciones más duras al sector petrolero venezolano.
El miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Joaquín Castro, acotó que esta decisión ayuda a prevenir una crisis económica en Venezuela que provocaría un aumento de la inmigración, reseñó Argus Media.
Asimismo, la presidenta del panel del hemisferio occidental del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, María Salazar, señaló que «las compañías petroleras estadounidenses y europeas lideradas por Chevron, Repsol, Eni y Maurel & Prom han aumentado su bombeo de petróleo, y sus ganancias están alimentando directamente la maquinaria tiránica de opresión».
«Estoy muy a favor del sector energético, que gana mucho dinero, pero hay líneas que no se cruzan cuando se lucra con las miserias ajenas», apuntó.
Según Salazar, Chevron obtuvo ingresos de 5.000 millones de dólares desde que se le permitió reanudar sus operaciones en Venezuela en diciembre de 2022.
«Sabemos muy bien que estamos en un ciclo electoral y que la Casa Blanca necesita gasolina barata en el surtidor», dijo.
De acuerdo a los datos de la Administración de Información Energética, las importaciones estadounidenses de crudo procedentes de Venezuela alcanzaron una media de 190.000 barriles diarios (bd) entre enero y junio. Sin embargo, esto equivale a menos del 3% de las importaciones totales de la potencia norteamericana