Leticia Núñez (ALN).- La ONG Oxfam Intermón elabora un índice para medir el compromiso de 152 países en la lucha contra la distancia entre pobres y ricos. Entre los 40 primeros, también aparecen Uruguay y Chile. En el lado opuesto, se sitúan Guatemala, Paraguay y Panamá, en el puesto 148.
Latinoamérica es la región más desigual del mundo. Lo dijo la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el pasado junio y este lunes lo ha ratificado la ONG Oxfam Intermón. No obstante, ambas destacan los avances realizados en la región durante la primera década y media del siglo XXI que han permitido reducir la desigualdad. Fruto de este esfuerzo, cuatro países latinoamericanos aparecen entre los 40 del mundo más comprometidos por acabar con la brecha entre pobres y ricos. Son Argentina, Costa Rica, Uruguay y Chile, y ocupan los puestos 26, 34, 36 y 39, respectivamente.
Así lo refleja el índice Compromiso con la Reducción de la Desigualdad (CRI), elaborado por la ONG, en el que evalúa el compromiso de 152 países por combatir las desigualdades. “[En América Latina] han desarrollado importantes reformas para reducir las diferencias. La recaudación pública proveniente de las materias primas se ha empleado para aumentar el gasto en servicios públicos y protección social”, señala el informe.
En el caso de Argentina, se subraya que el porcentaje de pobreza cayó de 23% a 5,5% entre 2003 y 2013, “con un 40% de reducción en la desigualdad y un 90% de reducción en la pobreza atribuible a las políticas redistributivas”. De Chile se valora que haya aumentado el gasto público y elevado el tipo del impuesto de sociedades, “en contra de la tendencia mundial”.
Asimismo, la ONG destaca que en algunos países de la región también se ha incrementado el salario mínimo. Además de Argentina, Costa Rica, Uruguay y Chile, Colombia aparece en el puesto 45, a seis posiciones de Chile; Bolivia en el 47; Ecuador en el 57; El Salvador en el 66 y México, en el 67.
“No será posible erradicar la pobreza extrema mientras los gobiernos no aborden la desigualdad”
Mientras Suecia encabeza el índice CRI gracias a “algunas de las políticas de gasto más progresivas del mundo y a que su protección de las mujeres en el espacio laboral es la mejor del mundo”, Nigeria ocupa la nada envidiable última posición. “Su gasto en salud, educación y protección es vergonzosamente bajo, lo que se traduce en unos resultados lamentables para sus habitantes. Más de 10 millones de niños y niñas en Nigeria no están escolarizados y uno de cada 10 menores no llega a su quinto cumpleaños”, sostiene el informe.
Para analizar la efectividad de las políticas contra la desigualdad, Oxfam Intermón y la consultora Development Finance Internacional (DFI) se fijan en tres criterios: el gasto en educación, sanidad y política social; en qué medida la política fiscal contribuye a la redistribución de la renta; y cómo los gobiernos apoyan los derechos de los trabajadores mediante instrumentos como un salario mínimo o las bajas por maternidad y paternidad remuneradas.
Balance global negativo
No obstante, la ONG no pasa por alto que el frenazo en la economía mundial desde 2010 y la caída de los precios de las materias primas (de las que dependen muchos países de Latinoamérica) “han provocado un aumento en los niveles de pobreza desde 2015”. Según Oxfam Intermón, “esto ha coincidido con un giro de gobiernos hacia el centro-derecha, en general menos interesados en reducir la desigualdad”. Por ello, ve “muy probable que los logros alcanzados previamente experimenten un frenazo o que, incluso, se reviertan”.
Y es que la clasificación aporta un balance global un tanto desolador. “Tres cuartes partes de los gobiernos del mundo hacen menos de la mitad de lo que está en su mano” por acabar con las disparidades. Es decir, 112 naciones no hacen lo que podrían para conseguir sociedades más justas.
Entre quienes no han hecho los deberes figuran tres países de América Latina. Guatemala ocupa el puesto 109 de 152, Paraguay el 116 y Panamá, el 148. En el ranking también han sido evaluados Perú (89), Honduras (95) y República Dominicana (99).
“La desigualdad nos perjudica a todos”
A España no le ha ido mucho mejor: aparece en la parte baja de la clasificación de los Estados ricos. De hecho, de los 35 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), España aparece en la posición 24. Un bajo salario mínimo y un insuficiente sistema tributario vuelven a ser sus lastres.
“La desigualdad nos perjudica a todos. Está vinculada a la criminalidad y la inseguridad, así como a un menor crecimiento económico, y con malos resultados en salud y otros indicadores sociales”, dice Oxfam Intermón al respecto. Por ello, la ONG advierte que “no será posible erradicar la pobreza extrema mientras los gobiernos no aborden la desigualdad y reviertan las últimas tendencias. De no hacerlo, el Banco Mundial estima que en 2030 cerca de 500 millones de personas seguirán viviendo en condiciones de pobreza extrema”.