María Rodríguez (ALN).- La Superintendencia de Seguros de la Nación de Argentina trabaja en la reglamentación necesaria para que las aseguradoras ofrezcan a las empresas pólizas que cubran los riesgos de sufrir un ciberdelito. El país cuenta desde 2016 con el primer centro de ciberseguridad de América Latina que protege al ciudadano. Según los expertos, la región es un blanco fácil para hackers.
La Superintendencia de Seguros de la Nación de Argentina, dependiente del Ministerio de Finanzas, prepara la reglamentación necesaria para permitir que las compañías aseguradoras ofrezcan pólizas que cubran los riesgos de sufrir un ciberdelito, especialmente en el caso de las empresas. “La idea es que puedan asegurar tres tipos de riesgos: el impacto a la interrupción del negocio, el riesgo de reputación y el último tiene que ver con las demandas y reclamos de terceros en base a esos ataques y los costos asociados”, señala Juan Pazo, a cargo de la Superintendencia, en declaraciones recogidas por el periódico La Nación.
El ciberriesgo vinculado a la reputación de la empresa “es el más difícil de determinar”, apunta Pazo
El primero de esos riesgos hace alusión a lo que sucedió, por ejemplo, con WannaCry [uno de los últimos ciberataques masivos a nivel mundial]. Según dijo en una entrevista con el diario ALnavío Belisario Contreras, gerente del Programa de Seguridad Cibernética en la OEA (Organización de los Estados Americanos), “América Latina está expuesta a un riesgo mayor que el resto del mundo a ciertos ataques como el WannaCry porque es la región con el mayor porcentaje de ordenadores con sistemas Windows sin actualizar [brecha de seguridad que aprovechan los ciberdelincuentes]”.
El segundo de esos riesgos, vinculado a la reputación de la empresa “es el más difícil de determinar”, apunta Pazo, al tratarse de una magnitud no física. Pone un ejemplo que recoge el diario La Nación: “Si eres un banco, o tienes una actividad financiera, y basas en el secreto gran parte de tu matriz de negocio, pero de repente te roban información, y luego eso se viraliza o aparece en la portada de un diario, generaría un costo que podría ser reparado” [a través de una de esas pólizas], explica Pazo.
El tercer riesgo es puramente económico y tiene que ver con las indemnizaciones, peritos y abogados, entre otros gastos, que el propio ataque desencadena.
En este sentido, un informe de 2016 sobre ciberseguridad, elaborado conjuntamente por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la OEA, afirma que América Latina es altamente vulnerable a ciberataques, definidos como potencialmente devastadores.
La Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal) también ve a Latinoamérica como un blanco fácil para hackers. “Los ciberdelincuentes se aprovechan del desconocimiento de la sociedad, de la gente particular, y de las empresas, y esa brecha que se produce por la continua aparición de nuevas tecnologías y nuevas amenazas y las formas de cometer crímenes a través del uso de tecnología en Latinoamérica”, afirmó en una entrevista con ALnavío Adrián Acosta, argentino experto en ciberseguridad que trabaja desde hace más de 10 años para la Secretaría General de Interpol, donde ejerce como oficial para América en la Dirección de Cibercrimen.
Según un informe del BID y la OEA, América Latina es altamente vulnerable a ciberataques, definidos como potencialmente devastadores
Pero, al margen de los ciberseguros, ¿cómo puede potenciar América Latina su nivel de ciberseguridad? “Una de las formas de bajar la criminalidad en el mundo y específicamente en Latinoamérica [también a nivel cibernético] es haciendo campañas de toma de conciencia y prevención”, apuntó Acosta.
Precisamente Argentina acoge desde noviembre de 2016 el primer centro de ciberseguridad de América Latina que protege al ciudadano. Se trata del BA-CSIRT (Equipo de Respuesta a Incidentes de Seguridad Informática de Buenos Aires), que este viernes 10 cumplió un año. Lo conforman 12 profesionales: expertos en seguridad, abogados y hasta una estudiante de filosofía. Está ubicado en Buenos Aires y desde allí orientan sobre los peligros de la red. “Buscamos ser un referente en la comunidad”, subrayó al diario ALnavío Rodrigo López, gerente del centro, en una entrevista en mayo.
En esos meses (entre noviembre y mayo), el gerente aseguró que el balance ya era positivo: “Hasta el momento los ciudadanos no tenían nadie a quien reportar este tipo de problemas [cibernéticos]”, puntualizó y constató: “Estamos haciendo un buen trabajo y la gente está respondiendo. Nos agrada el hecho de poder ayudarles”.