Redacción (ALN).- Reunidos en Brasilia, los presidentes Temer y Macri coinciden en la necesidad de abrirle las puertas del Mercosur a México. Macri habló con Enrique Peña Nieto. Mientras, la diplomacia mexicana sigue negociando con el gobierno de Trump. La diplomacia mexicana negocia con Donald Trump. Ya se ha dicho: no se rompen lanzas en América Latina por México porque éste ha pedido a los países de la región tiempo con el fin de negociar. Sin embargo, con el inquilino de la Casa Blanca no hay rutas seguras. De allí que se escuchen voces de prestigio como la del expresidente chileno Ricardo Lagos clamando por que América Latina diga, al unísono, “todos somos mexicanos”. O voces como las de los expresidentes socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero en rotunda solidaridad con México.
Ahora, el presidente de España, Mariano Rajoy, sin apuntar directamente al caso mexicano, se ha propuesto ante Trump como interlocutor hacia América Latina. No lo afirma, Rajoy, pero es una señal que, bien entendida, conduce a México, un socio de primera línea para las empresas españolas. Se lo ha dicho Rajoy a Trump en la conversación telefónica que sostuvieran la noche de ayer martes, hora de España.
Antes, en Brasilia, los presidentes de Brasil, Michel Temer y de Argentina, Mauricio Macri, habían invocado “el efecto Trump” para proponer un acercamiento entre el Mercosur y México, país sobre el que afirmaron “empieza a mirar hacia el sur con más decisión”, según reseña EFE.
Se trata del primer gesto concreto de las dos economías más grandes de América del Sur, líderes del Mercosur. Así, Macri y Temer abordaron la conveniencia de incorporar a México en este pacto. Sería un socio de peso en lo económico y político. Más que Venezuela, suspendida del acuerdo, y que atraviesa una crisis política y económica de grandes dimensiones.
Se trata del primer gesto concreto de las dos economías más grandes de América del Sur
Según EFE, “Macri realizó hoy una visita de Estado a Brasil y como hizo Temer aprovechó un pronunciamiento conjunto para hablar de la necesidad de una mayor apertura del Mercosur, que según coincidieron ambos debe incluir a México, ahora en serios problemas con Estados Unidos, su principal socio comercial”. En consecuencia, el presidente de Argentina propuso “que 2017 sea un año de inflexión positiva para esta alianza estratégica” entre Brasil y Argentina”, e “invitó a Temer a “ser aliados y encarar juntos esta agenda”, que pasa por “el fortalecimiento interno del Mercosur y sus relaciones con el mundo”.
El mandatario brasileño recogió el fondo del discurso respondiendo, reporta EFE, que “abordamos la necesidad de que el Mercosur promueva una mayor integración con los otros países de Suramérica y con México y de establecer una relación más próxima entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico”. Brasil quiere anticiparse a las señales claras de una vuelta al proteccionismo. Ante ello, lo que se impone es “más cooperación e integración”.
A Macri no le caben dudas: México “empieza a mirar hacia el sur con más decisión”. Macri, apunta EFE, “incluso comentó que la víspera conversó con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, a quien le deseó ‘un acuerdo razonable entre México y Estados Unidos en esta nueva etapa’, pero a quien invitó también a aproximarse al Mercosur”. En las palabras de Macri está la confirmación de la estrategia mexicana: negociar con el gobierno de Trump sin descartar una mirada al sur.