Patricia J. Garcinuño (ALN).- Los ministros de Energía de ambos países, Juan José Aranguren y Fernando Coelho, anuncian en el Foro Económico Mundial para América Latina que se reunirán con sus homólogos de la región para “compartir una gran oferta de electricidad y ayudarnos en periodos de sequía”. A mayor cooperación entre países, mayor competitividad energética. Es la idea que defendieron los ministros de Energía de Argentina y Brasil, Juan José Aranguren y Fernando Coelho, en la conferencia “La transición de la energía en América Latina”, que se celebró en el Foro Económico Mundial en Buenos Aires. Además, aprovecharon la ocasión para anunciar que en los próximos meses se reunirán con sus homólogos de otros países de la región para optimizar la oferta de energía del Cono Sur.
Para ambos dirigentes, la integración regional en esta materia es un elemento clave para contrarrestar algunas de las dificultades que presentan las renovables. “Argentina tiene conexiones de electricidad y gas natural con cinco países. Por las condiciones actuales del sistema eléctrico, podemos permitirnos un 20% de energía renovable de forma intermitente. En el caso de que quisiéramos avanzar e incorporar más renovables, podríamos compartir nuestros recursos y ayudarnos recíprocamente en periodos de sequía”, apuntó el dirigente argentino.
Por su parte, el ministro de Minas y Energía brasileño señaló que el país suramericano había aprendido de la experiencia de colaborar con otras naciones de la región, pero que ahora es momento de ir más allá. “Nuestra transmisión con Argentina va muy bien y nos ayudamos cuando es necesario. Pero mirando hacia el futuro, creo que al menos tenemos que intentar hacer una única planificación para toda la región. No sé si va a funcionar, pero creo que tenemos la obligación de hablar con otros países para trabajar juntos. Las peculiaridades en cada país pueden hacer compensar los periodos de necesidad”.
Mirando hacia el futuro, creo que al menos tenemos que intentar hacer una única planificación para toda la región”
Sin embargo, para lograr este objetivo es imprescindible que se avance tecnológicamente y almacenar grandes cantidades de energía. Así lo señaló Alejandro Bulgheroni, presidente del grupo petrolero argentino Bridas, en la misma ponencia: “Tenemos almacenamiento para los teléfonos, para los autos, para los edificios pequeños… Pero lo básico para la integración y la posibilidad de transportar la energía es el almacenamiento”. Al tiempo, argumentó que de este modo se podrían abastecer las demandas pico y no se necesitaría construir nuevas centrales en un tiempo.
Planes para combatir los efectos del cambio climático
Otro de los grandes desafíos energéticos para América Latina es hacer frente a los efectos del cambio climático, como las sequías o inundaciones, cada vez más frecuentes en la región. Algo en lo que Brasil cuenta con una amplia experiencia. “En el noreste del país estamos enfrentando una sequía, de modo que dependemos del viento, de las plantas de energía térmica y geotérmica. Cuando tenemos suficiente agua para que las grandes hidroeléctricas puedan generar, podemos compartir la energía que tenemos en el sudeste, y así es como equilibramos nuestras particularidades”, explicó Coelho.
Los ministros argentino y brasileño anunciaron que se reunirán con sus homólogos de la región para optimizar la oferta de energía / Flickr: WEF
Argentina, sin embargo, aún tiene mucho camino por recorrer. Según Aranguren, la ruta a seguir pasa por una buena planificación de escenarios: “Creo que debemos hacer una mejor evaluación de lo que podemos desarrollar en el futuro para detectar de forma temprana cambios en los patrones de oferta y demanda”. También señaló que, si todos los hogares van a poder tener un panel solar para reducir su propia demanda y de tanto en tanto ofrecer a las compañías algo de energía, “debemos evaluar exactamente el impacto que tendría esta descentralización sobre el equilibrio energético del país”.
América Latina, una de las regiones más verdes
En total, las renovables representan un 30% de la energía primaria de América Latina, lo que la convierte en una de las zonas donde más uso de fuentes limpias se hace a nivel mundial. Se trata de un porcentaje nada desdeñable en comparación con el 9% del conjunto de países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), tal como cita la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
En 2015, se alcanzó la cifra record de 16.400 millones de dólares (aproximadamente 15.261 millones de euros) en inversión de Latinoamérica en energías renovables, según recoge el Análisis del Mercado de Energías Renovables de América Latina 2016.