(EFE).- El Gobierno de Argentina manifestó este miércoles que se cumplieron «todos los pasos» con respecto al avión venezolano retenido en el aeropuerto de Buenos Aires, una aeronave sancionada por EE.UU. y cuyos tripulantes, 5 iraníes y 14 venezolanos, tienen el pasaporte retenido por la Justicia, en el marco de una investigación por posibles vínculos con el terrorismo internacional.
En una rueda de prensa, el ministro argentino de Seguridad, Aníbal Fernández, explicó detalladamente la trayectoria del avión desde su ingreso al país el pasado 6 de junio hasta el día de hoy, asegurando que en todo momento se respetaron los protocolos establecidos.
«El personal (del vuelo) no tenía ningún tipo de impedimento para ingresar al país, ni clave roja de Interpol, ni cosa que se le parezca. Hasta ese momento, los chequeos son automáticos. Con posterioridad, recibimos algunos datos de agencias internacionales respecto del avión, no respecto de las personas», reiteró Fernández desde la Casa Rosada, sede del Poder Ejecutivo.
El funcionario volvió a aclarar que sólo un miembro de la tripulación, el iraní Gholamreza Gashemi, tenía algún tipo de advertencia en su contra, al tener el mismo nombre que un integrante de las Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, definida por Estados Unidos como una organización terrorista.
«Hace unos minutos, del chequeo nuestro realizado por la Policía Federal no surge ninguna data que cambie lo que había sucedido hasta este momento», subrayó el titular de Seguridad.
Detalles del caso
Durante su comparecencia, Fernández ofreció más detalles sobre el avión, un Boeing 747 Dreamliner, en configuración «cargo», que fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Según el ministro, la aeronave salió de Caracas, pasó por Paraguay sin detenerse y llegó a Argentina el pasado 6 de junio, cumpliendo «todos los pasos» necesarios para arribar al país suramericano.
Tras recibir una alerta de diversas agencias internacionales, las autoridades inmovilizaron la aeronave y un juez ordenó la retención de los pasaportes de los cinco iraníes, quienes contaban con un permiso provisional para poder hospedarse en Buenos Aires.
«Como todo humano, tenemos tiempo de descanso y demás elementos de funcionamiento que no se sortean por ninguna razón respecto de los que tienen que estar como acompañantes o tripulantes de una aeronave de estas características. Vencida la tripulación, se les da el permiso provisorio para alojarse en la zona y lo hicieron», afirmó Fernández.
El caso «está en manos de la Justicia» de Argentina
Posteriormente, el juez ordenó el registro de los hoteles para requisar sus teléfonos y retuvo a su vez los pasaportes de los 14 venezolanos que integraban la tripulación.
«Este dato es el más fino y último que tenemos, se han cumplido con todos los pasos», indicó el ministro de Seguridad, para agregar que «no hay nada que quede por comentar», ya que «todo es lo que se conoce directamente».
Antes de la rueda de prensa, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, sostuvo que todas las áreas involucradas en este caso «ya explicaron con lujo de detalles» lo sucedido y señaló que el tema «está en manos de la Justicia».
Argentina ha sufrido dos atentados terroristas en la década del 90 -a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y a la embajada de Israel en Buenos Aires- y la Justicia local ha señalado a personas poderosas de Irán y el grupo Hezbolá como responsables.