(EFE) El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cumple un mes en la Casa Blanca en el que, mediante órdenes presidenciales -68 a 19 de febrero-, ha removido las alianzas y utilizado los aranceles como herramienta de presión para obtener concesiones.
Los gravámenes han permitido ventajas en el comercio pero también en migración y seguridad, forzando a cada país a sentarse a negociar directamente con Estados Unidos.
El 1 de febrero, después de varias amenazas, impuso los primeros aranceles del 25 % para Canadá y México, así como otros del 10 % para los productos de China.
Tras sucesivas negociaciones, ambos vecinos lograron aplazar un mes la entrada en vigor de las tasas. Sin embargo, en China se hicieron efectivas a los tres días y el gigante asiático respondió con gravámenes de entre el 10 % al 15 % a ciertos productos estadounidenses.
La guerra comercial de Trump continuó con el aluminio y el acero, a cuyas importaciones les aplicó aranceles del 25%.
La inmigración, emergencia nacional
Otra de sus principales batallas es la inmigración. El mismo día que asumió el cargo declaró emergencia nacional en la frontera con México y desplegó a 15.000 militares para «asegurar» esa linde y repeler esas «formas de invasión».
Dentro de las fronteras estadounidenses comenzaron a llevarse a cabo detenciones masivas de inmigrantes indocumentados, llegando a ser arrestadas casi mil personas en un día para, en muchos casos, ser devueltas a sus países de origen.
Las primeras deportaciones tuvieron lugar el 24 de enero, cuando más de 150 personas fueron trasladadas en dos aviones militares a Guatemala.
A Colombia volaron en dos aviones 110 inmigrantes el 27 de enero después de que el presidente Gustavo Pedro cediese tras un pulso con Trump. En un primer momento denegó las deportaciones, pero terminó aceptándolas tras las amenazas de Washington de imponer aranceles del 25 % a los productos colombianos.
En su guerra contra la migración, Trump también ordenó habilitar 30.000 camas en la base naval de Guantánamo a fin de detener a inmigrantes indocumentados; los diez primeros llegaron el 4 de febrero.
En su afán de enaltecer América (‘Make America Great Again’ es su eslogan), otra de sus batallas ha sido redenominar el golfo de México como ‘Golfo de América’, para el que ha establecido el 9 de febrero como su día oficial. Ello ha soliviantado a sus vecinos mexicanos.
Además, ha retirado a EE.UU. de diversas organizaciones y acuerdos internacionales. El día de su llegada rompió con el Acuerdo climático de París, con la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). También cercenó las ayudas de Usaid, la institución que aporta ayudas a países en vías de desarrollo.
El fin de la Guerra de Ucrania y un resort en Gaza
Durante su campaña, el líder republicano aseguró que terminaría con la guerra de Ucrania en 24 horas, promesa que no ha podido cumplir pero sí que ha dado pasos para llevarla a cabo.
Este 12 de febrero mantuvo conversaciones telefónicas con los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Ucrania, Volodímir Zelenski.
Y este martes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, se reunieron en Riad (Arabia Saudí), donde comenzaron a trabajar en un plan para poner fin a la contienda.
Por lo pronto, Trump ha propuesto a Kiev continuar con el apoyo militar a cambio del acceso de Estados Unidos a las tierras raras ucranianas.
Gaza ha sido otra de las palabras clave de su Presidencia. Ha mostrado su cercanía al primer ministro israelí, Bejamín Netanyahu, e ideado un plan para la Franja que ha sido muy criticado por la comunidad internacional.
En el segundo día de su mandato levantó las sanciones impuestas por la anterior administración a los grupos de colonos israelíes y de extrema derecha en Cisjordania y cuatro días después descongeló un cargamento de bombas a Israel que había sido frenado por su predecesor, Joe Biden.
Netanyahu ha sido el primer líder extranjero en visitar la Casa Blanca desde el regreso de Trump. Ambos mandatarios se reunieron el 4 de febrero y horas antes, el presidente de EE.UU. retiró la participación del país del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y congeló fondos para la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, UNRWA.
Además, Trump ha propuesto desplazar a los gazatíes de la Franja a países como Egipto o Jordania y reconstruir ese territorio para convertirlo en la nueva ‘Riviera de Oriente Medio’, un plan que ha sido muy criticado.
Elon Musk, cada día con más poder
La imagen del presidente ha estado muy asociada al nombre de Elon Musk, al que le ha concedido amplios poderes desde su responsabilidad en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés). Trump y Musk han emprendido un recorte significativo de los funcionarios públicos con enorme polémica en el país.
En este mes, Trump ha cargado contra los derechos sociales de las minorías y en su tercer día como presidente cerró incluso las agencias federales dedicadas a fomentar la diversidad y la inclusión en la contratación de trabajadores.
Entre los colectivos más golpeados se encuentran las personas transgénero, a las que les ha negado competir en deportes femeninos y también ha prohibido el tratamiento de transición de género y cirugías a menores de 19 años.