Daniel Gómez (ALN).- La amenaza de Nicolás Maduro no detuvo ni contuvo al presidente encargado de Venezuela. Regresó al país por la puerta grande mostrando al mundo sus dos armas: el apoyo popular y el reconocimiento internacional. Pese a que este fue el gran evento político del lunes, sólo dos presidentes le prestaron atención.
“El emocionante regreso del presidente, Juan Guaidó, por el Aeropuerto de Maiquetía hace parte del irreversible camino que emprendió Venezuela hacia la democracia. El respaldo de Colombia y de la comunidad internacional se enmarca en el respeto, la solidaridad y la diplomacia”, tuiteó el presidente colombiano, Iván Duque.
“Presidente interino Juan Guaidó, con el respaldo de su pueblo y la comunidad internacional, llevará a su país a una solución pacífica, democrática y venezolana de la crisis actual. ¡Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó!”, posteó el mandatario panameño, Juan Carlos Varela.
Es curioso que sólo estos dos mandatarios prestaran atención al gran evento político del lunes. Es curioso además que lo hiciera Duque, cuestionado en Colombia, concretamente por la revista Semana, por su excesiva dedicación a la causa venezolana.
¿Tiene razón la revista Semana cuestionando el liderazgo de Duque?
También es curioso este escaso apoyo público en un momento tan importante porque Guaidó, en los 10 días que estuvo fuera de Venezuela, exhibió una apretada agenda internacional.
10 días en los que conversó cara a cara con ocho presidentes latinoamericanos, así como con el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence. 10 días en los que también visitó seis países, siendo recibido con honores presidenciales.
Todos los líderes con los que habló le mostraron apoyo. Todos insistieron en su seguridad. Advirtieron a Maduro que debía dejarlo entrar al país por respeto a su inmunidad parlamentaria, y, sobre todo, por respeto a un pueblo, el venezolano, que le reconoce como presidente.
Se vio este lunes. Mientras Nicolás Maduro celebraba el carnaval con un tuit y cuatro fotos, Guaidó regresaba a Venezuela por la puerta grande. Por el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Maiquetía. Por donde el régimen dijo que no iba a pasar.
Guaidó no entró solo, sino que le acompañaron decenas de miles de venezolanos. “Bienvenido, presidente”, le dijeron en el control de pasaportes. Además, con Guaidó fue un cuerpo de escoltas de primer nivel: los embajadores de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Perú, Ecuador, Estados Unidos, Alemania, España, Francia, Países Bajos, Portugal y Rumania. Es una muestra de que goza de fuerte respaldo internacional.
¿Quiénes permanecieron callados?
Sólo faltó la guinda. El detalle que pusieron los mandatarios de Colombia y Panamá. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, acompañó a Guaidó el día de la entrega de la ayuda humanitaria y no posteó ningún tuit celebrando su recibimiento. Tampoco declaró en prensa.
Mario Abdo, presidente de Paraguay, el primero en romper relaciones diplomáticas con el régimen, apoyo de Guaidó el día de la ayuda humanitaria, anfitrión de la visita del presidente encargado a Asunción, no ha tenido tiempo, ni él ni su equipo de comunicación, de celebrar ese lunes histórico para la lucha por la democracia en Venezuela y en Latinoamérica.
Guaidó, que también estuvo en Buenos Aires, que también se reunió con el presidente Mauricio Macri, no recibió una muestra pública de apoyo por parte del gobernante argentino este lunes. Ni de Lenín Moreno, presidente de Ecuador, país que visitó este domingo.
Tampoco celebró su llegada Jair Bolsonaro. El presidente de Brasil ha sido uno de los grandes ausentes en esta lucha de Guaidó. Más allá del recibimiento en Brasilia, las muestras de apoyo personales a la causa venezolana son escasas. Hay quienes echan en falta sus contundentes palabras en apoyo al presidente encargado.
Con Donald Trump ocurre lo mismo que con Bolsonaro. Muchos destacan, sobre todo desde el bando republicano, que el presidente de EEUU está muy comprometido con la causa venezolana. Que le presta atención a cada detalle. Otros, los del bando demócrata, advierten que tanto compromiso no es más que una máscara política.
Sea cierta una u otra versión, el caso es que para la llegada de Guaidó a Caracas no hubo tuits. O una comparecencia pública con el mismo nivel de detalle, y el mismo tono de contundencia, que el acto político que celebró en Miami hace tres semanas.
Por suerte, Pence salió al rescate y antes de que el gobernante venezolano iniciara la vuelta, advirtió: “El regreso a Venezuela de Juan Guaidó es de la más alta importancia para los Estados Unidos. Cualquier amenaza, violencia o intimidación contra él no será tolerada y recibirá una respuesta rápida. El mundo está observando”.
.@JGuaido’s safe return to Venezuela is of the highest importance to the U.S. Any threats, violence, or intimidation against him will not be tolerated & will be met with swift response. The world is watching – Interim President Guaido must be allowed to re-enter Venezuela safely.
— Vice President Mike Pence (@VP) 4 de marzo de 2019
Desde Europa no hay noticias. La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, luego de pedir la seguridad de Guaidó en un comunicado, no celebró la llegada del presidente encargado del país. Tampoco el presidente español, Pedro Sánchez, líder comunitario en las acciones por la democracia en Venezuela, tuvo a bien a reseñar el recibimiento de Guaidó.