(EFE).- La expareja de Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani, Kasia Gallanio, tío del emir catarí, apareció muerta el domingo en su domicilio de Marbella (Málaga) a los 45 años, según informa este martes el diario francés Le Parisien.
Según el periódico galo, está previsto que hoy se realice una autopsia sobre la fallecida, cuyo fallecimiento podría haberse debido a una sobredosis de medicamentos. La separación de Gallanio, con doble nacionalidad estadounidense y polaca, del jeque Al-Thani provocó una sonada batalla legal por la custodia de sus tres hijas menores en 2012, en un caso que se ha ido prolongando.
El pasado 19 de mayo, el tribunal judicial de París desestimó las demandas de la mujer, que en noviembre había pasado varios meses hospitalizada y que, según el diario francés, era propensa a las crisis nerviosas y a las curas de desintoxicación.
Esto llevó a un juez a aplazar el caso hasta obtener una evaluación psicológica de la mujer para comprender mejor la situación familiar.
Según el conserje del edificio en el que vivía Gallanio, la mujer estaba triste y no salía de su casa desde el pasado miércoles, afectada por la decisión de la justicia.
Kasia Gallanio «Ha muerto de pena»
Una de las hijas de la pareja denunció a mediados de abril haber sido víctima de agresiones sexuales por parte de su padre cuando tenía entre 9 y 15 años. Acusaciones que el entorno del jeque catarí desmiente pero que han llevado a la Fiscalía de París a abrir una investigación por agresión sexual agravada, a cargo de la brigada de policía de protección de menores, recuerda el diario.
«Mi clienta se vio devastada por esta decisión. Creo que, sobre todo, ha muerto de pena», asegura en Le Parisien su abogada, Sabrina Boesch, que se encuentra en España con las dos hijas mayores de la mujer, de 17 años, que tuvieron que identificarla este lunes.
El padre, de 73 años, no les dirige la palabra y solo les cubre los gastos de «hoteles modestos o alojamientos de corta duración», mientras que la menor de las hermanas, de 15 años, vive en su casa, un palacio de 5.000 metros cuadrados en la Avenida Montaigne de París, «aislada del mundo y en situación de abandono escolar», según el diario.