Redacción (ALN).- Una compañía con oficinas en Houston y otra empresa propiedad de dos ciudadanos estadounidenses parecen estar ayudando a Venezuela a evadir las sanciones de Estados Unidos y transportar en secreto millones de dólares en productos petroleros al extranjero a bordo de un buque cisterna de fabricación iraní, de acuerdo con información obtenida por The Associated Press.
Las gestiones para evadir las sanciones giran en torno a una refinería inactiva y a una terminal petrolera adjunta en la isla caribeña de Curazao, que hasta 2019 fue un importante centro de transportación marítima para la compañía petrolera venezolana PDVSA.
El 28 de septiembre, el buque Colón, con bandera de Togo, descargó 600.000 barriles de combustóleo en la terminal de Bullenbaai, la cual es operada por la refinería paraestatal de Curazao en sociedad con una nueva compañía, Caribbean Petroleum Refinery, la cual es propiedad de dos personas con doble nacionalidad: venezolana y estadounidense.
La empresa paraestatal publicó un comunicado de prensa en el que calificó la llegada del Colón como un “momento histórico”, señalando que se trataba de la primera entrega para la terminal reactivada, la cual es capaz de almacenar hasta 7 millones de barriles de hidrocarburos.
A pesar de que el comunicado no mencionó el origen del combustóleo, el buque de fabricación iraní ha navegado exclusivamente entre puertos venezolanos durante el último año. Datos de rastreo de embarcaciones muestran que dos días antes de su llegada a Curazao, el Colón cargó en el puerto de Amuay, donde se encuentra la refinería más grande de Venezuela.
El embarque aparentemente sería una violación a la esencia — o incluso a la ley en una interpretación estricta — de las sanciones que Estados Unidos ha impuesto a Venezuela desde 2019 con el objetivo de obligar al presidente venezolano Nicolás Maduro a dejar el poder.
Documentos internos de PDVSA muestran que el cargamento del Colón se vendió en septiembre a United Petroleo Corp. Se sabe poco sobre esa firma, registrada en Panamá el año pasado. Pero se ha convertido en el segundo cliente más grande de PDVSA este año, con recibos sin pagar de productos petroleros vendidos en remesas de más de 400 millones de dólares, según los documentos, que una persona informada de las operaciones compartió con AP bajo condición de anonimato.
PDVSA no respondió a una petición de comentarios. El Colón descargó en una instalación de almacenamiento propiedad de la refinería estatal de Curazao en colaboración con Caribbean Petroleum Refinery.
Con información de VOA y AP