Daniel Gómez (ALN).- Antonio Ledezma, alcalde de Caracas en el exilio, lleva años pidiendo la activación para Venezuela de la Responsabilidad de Proteger, una doctrina aprobada por la ONU que abre la puerta a una intervención militar para prevenir crímenes de lesa humanidad. Y la Responsabilidad de Proteger la solicitó este miércoles el presidente encargado de Venezuela reconocido por 60 países, Juan Guaidó. ¿Para qué? Ledezma lo analiza en entrevista con el diario ALnavío.
Juan Guaidó dijo que es “momento de acciones oportunas y decisivas” en Venezuela. El jefe de la Asamblea Nacional y presidente encargado reconocido por 60 países protagonizó este miércoles una teleconferencia en la que participaron 30 delegaciones presentes en la Asamblea General de Naciones Unidas. En su discurso, Guaidó pidió a los países que activen la doctrina de la Responsabilidad de Proteger.
“Hoy les pido a todos los representantes de Estados Miembros que asuman la responsabilidad de asistir al gobierno legítimo de Venezuela en su misión de proteger al pueblo venezolano, y considerar una estrategia que contemple escenarios luego de agotada la vía diplomática”, dijo Guaidó.
La Responsabilidad de Proteger es un compromiso político mundial apoyado por la ONU en 2005 que tiene como objetivo prevenir crímenes de lesa humanidad en los países miembros. Crímenes por los que una Misión Independiente de Naciones Unidas señaló a Nicolás Maduro y a sus ministros Vladimir Padrino López y Néstor Reverol.
“Ayuden a proteger al pueblo civil de las atrocidades de un régimen criminal”, reiteró Guaidó.
La Responsabilidad de Proteger contempla tres mecanismos para prevenir los crímenes de lesa humanidad. El primero son las resoluciones y condenas, el segundo las medidas coercitivas o sanciones y el tercero el uso de la fuerza.
El alcalde de Caracas en el exilio, Antonio Ledezma, un perseguido político de Maduro refugiado en Madrid, lleva años pidiendo la activación de este mecanismo de la ONU. Por eso en esta entrevista con el diario ALnavío celebra que Guaidó se haya decidido a dar este paso. “Nunca es tarde para asumir esta agenda”, dijo. “La Responsabilidad de Proteger es un planteamiento activo desde 2005. No estamos rebuscando en el aire. No es una petición sin asidero”.
De los tres escenarios que contempla la Responsabilidad de Proteger, Ledezma considera que es oportuno activar el tercero: el uso de la fuerza.
“Hay razones de peso para hacerlo”, apuntó. “Ya hemos pasado la fase de las resoluciones porque la comunidad internacional ha condenado al régimen de Maduro y las violaciones de derechos humanos. Y ya se han tomado medidas coercitivas, sancionado testaferros e individualidades del régimen. El tercer punto, el uso de la fuerza, atiende a la obligación de salvar a un pueblo martirizado por Maduro y sus compinches sin escrúpulos. El último informe de la Misión de la ONU señala a toda la línea de mando que encabeza Maduro de coordinar y perpetrar crímenes de lesa humanidad. Así que es el momento de la determinación”.
El gran obstáculo es que la articulación de una intervención internacional necesita la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, y dos de los países que lo conforman, China y Rusia, son aliados de Maduro y además tienen derecho a veto.
– China y Rusia vetarán cualquier iniciativa armada en Venezuela en el Consejo de Seguridad de la ONU. ¿Por qué insistir en esta vía?
– China y Rusia no pueden ser un freno de mano. Existen muchos caminos para poder activar ese mecanismo. Así como hay muchos gobiernos en contra de la tiranía. Los gobiernos del mundo libre están de nuestro lado.
– ¿Pero qué pasa con los otros aliados? El enviado especial para Venezuela de Washington, Elliott Abrams, apuntó el mes pasado que pensar en una intervención de EEUU era “realismo mágico”.
– Yo lo de Abrams lo veo como un juego de divertimento para confundir a quien va a ser blanco de las acciones. Estados Unidos ha dicho que todas las opciones están sobre la mesa. Donald Trump y Mike Pompeo saben con qué estamos lidiando. Además, la ruta es bien clara y es definitiva. Hay un concierto con gobiernos aliados como el de Colombia, el de Brasil y el de Estados Unidos. Ellos han sido muy precisos porque forman parte de lo que yo llamo el vecindario venezolano. A Europa le agradecemos su solidaridad, pero quienes están cerca de lo que ocurre en Venezuela son Colombia, Brasil y también Estados Unidos.
– Habla de Europa. Se ha sabido que una misión enviada por el jefe de la diplomacia, Josep Borrell, está en Caracas para conversar con los funcionarios de Maduro con el propósito de lograr unas elecciones parlamentarias limpias. ¿No es esto una buena iniciativa?
– En Europa piensan en salidas dialogadas, pero es una quimera siquiera imaginárselo. Nadie lo sabía. Ni siquiera los políticos aquí en España. Incluso algunos se enteraron cuando yo les llamé. En todo caso esa comisión de Europa irá a verificar lo que está en el informe de la ONU. Que en el país hay una crisis humanitaria espantosa y que la gente protesta porque no hay agua.
– ¿Por qué renunciar a las elecciones? En Bielorrusia y Bolivia acudir y participar en unas elecciones fraudulentas activó la presión popular que ahora mismo no existe en Venezuela.
– Es que en Venezuela no habrá elecciones. Eso es un fraude anticipado. Ya Maduro tiene el resultado sobre la mesa. Y le digo algo: los venezolanos ya hemos demostrado lucha. Lo demostramos en diciembre de 2015. En el plebiscito de 2017. Si algún pueblo ha luchado es Venezuela. Marchas, contramarchas, referéndum, plebiscitos, negociaciones… Hemos agotado esas opciones.
– ¿Para usted no queda otra que la intervención militar?
– Es la salida que está esperando Venezuela. Si no se ha logrado es porque se han cometido errores. Tampoco hay dudas de que estamos infiltrados. Teníamos topos en la conducción estratégica de la oposición. Teníamos infiltrados. La oposición se convirtió en un criadero de alacranes. Todavía hace falta pasar mucho coleto.