(EFE).- Si hay un momento inolvidable de la historia de la Eurocopa, recordado (tal vez en exceso) y con un punto de atrevimiento y épica, ese es el que regaló al mundo el checo Antonín Panenka, que con un lanzamiento de penalti dio el pistoletazo de salida a un estilo que creó escuela y, ya de paso, dio un título irrepetible a su selección tras batir en la final de la edición de 1976 a Alemania.
El 20 de junio de aquel año, en el Estadio Estrella Roja de Belgrado, Panenka dejó pasmado al mundo con su sangre fría. La final que disputaron Checoslovaquia y Alemania terminó 2-2 y la prórroga condujo a la tanda de penaltis. En ella se erigió como estrella un jugador poco conocido que lanzó la decisiva pena máxima que valió un título de una forma nunca vista antes.
Panenka tomó carrerilla, se aproximó a la pelota con decisión y dio una patada suave en su cara inferior, por debajo, para lanzarla como un pequeño globo dirigido al centro de la portería. En aquellos tiempos, rara vez un guardameta se quedaba quieto en un penalti. Apostaba por un lado, como hizo Sepp Maier, que se lanzó a su izquierda mientras la pelota, bombeada y suave, salió del pie de Panenka y se introdujo despacio en la portería.
Ese tanto creó un arte, abrió una escuela en la que sólo eran admitidos los más atrevidos. Desde entonces, lanzar un ‘penalti a lo Panenka’ es sinónimo de riesgo, calidad, valentía, talento, éxito o rotundo fracaso e incluso ridículo. Y después de aquel gol, muchos imitaron a Panenka: Zidane en la final del Mundial de Alemania 2006; Abreu en los cuartos de final de Sudáfrica 2010; Totti en las semifinales de la Eurocopa de 2000; Pirlo en los cuartos de final de la Eurocopa 2012 y Sergio Ramos en las semifinales del mismo torneo.
Todos tuvieron éxito, pero otros muchos también fracasaron en su intento. Cristiano Ronaldo, Neymar, Alexandre Pato o Javier Casquero, que falló en el Bernabéu con el Getafe con un lanzamiento que el propio Panenka calificó como “el peor tirado de toda la historia” de todos los que intentaron imitarle.
Así explicó Panenka su atrevimiento
¿Pero cómo se le ocurrió a Panenka semejante atrevimiento? «Estuve ensayando durante dos años ese lanzamiento. Pensaba que si lo tiraba por el centro y con una suave parábola, marcaría seguro. Si golpeas con fuerza siempre hay una posibilidad de que el portero lo pare gracias a sus reflejos. Sabía que ningún portero tendría la valentía de quedarse en la línea. Todos esperan hasta el último segundo y después se tiran hacia uno de los dos lados», explicó años después Panenka.
Sus compañeros, asustados, antes del partido rogaron a Panenka que si surgía la ocasión no tirara un penalti de ese modo. Pero Panenka no hizo caso: «No estaba seguro de marcar al cien por cien. Estaba seguro al mil por cien. Hubo algo misterioso en todo eso, porque dos meses antes tuve la sensación de que todo acabaría de esa manera. Algo muy extraño», narró.
La jugada le salió bien. Con un lanzamiento normal, Panenka habría pasado a la historia de su país como el hombre que dio la Eurocopa a Checoslovaquia. Pero su arriesgada acción le abrió un hueco más allá de sus fronteras. El ‘penalti «a lo Panenka’ es un bien futbolístico de primer nivel, un estilo creado de la nada por un jugador que dejó de ser invisible para entrar en la literatura eterna del planeta fútbol.
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