Reinaldo Iturbe (ALN).- Toda la economía venezolana se ha reducido 75% con respecto a 2012, y la banca es uno de esos ejemplos de cómo el socialismo arrasa con todo.
La hiperinflación en Venezuela es voraz. Tan voraz con el salario mínimo como con los activos de la banca. A los banqueros también se les ha esfumado el valor de sus activos en dólares, puesto que los bolívares no valen literalmente ni un centavo: el signo monetario ya perdió tanto su capacidad de pago como su reserva de valor y hasta la unidad de cuenta, porque incluso el Tribunal Supremo de Justicia admitió recientemente que las demandas de honorarios profesionales pueden estimarse en dólares.
En ese voraz festín de errores que todo lo consumen, los bancos han tenido que reducir sus agencias, sus empleados y sus créditos. No hay bolívares que entregar en las agencias porque los billetes y monedas no pasan de ser el 3% de la Liquidez Monetaria, según cifras del propio Banco Central de Venezuela. En consecuencia, se ha reducido el número de cajeros automáticos de 11.000 para el año 2015, a 6.000 en el año 2020.
A lo anterior hay que añadir obligatoriamente la aniquilación del crédito vía encaje legal, que fue elevado primero a 100 puntos sobre saldos marginales y luego reducido a 93 puntos. La liberación de 30 billones de bolívares del total del encaje dictado recientemente por la autoridad monetaria, es tan marginal como irrisorio, pues al menos 20 billones serán destinados a cubrir la deuda de los bancos con el ente emisor por la insuficiencia de encaje.
De hecho, y según cifras del más reciente informe de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), los ingresos financieros de la banca pasaron de 2,6 millardos de dólares en 2010 a la insólita cifra de 31 millardos de dólares proyectados al cierre de 2020. La cartera de créditos pasó de dos millardos de dólares en 2010, a 23 millones de dólares en lo que va de 2020. Ni hablar del margen operativo neto, que pasó de 596 millones de dólares en 2010, a la impronunciable cifra de 12 millones de dólares a junio de 2020.
En otros términos, y siempre tomando como referencia el estudio de la UCAB, el tamaño de los activos de la banca venezolana pasó de 51,5 millardos de dólares en 2010, a cuatro millardos de dólares en junio de 2020.
Para comparar cifras: las remesas que ingresarán al país en 2019, alcanzaron la cifra estimada de 3,7 millardos de dólares.
Los bancos, sin embargo, conservan solvencia patrimonial, y que el gobierno haya flexibilizado los controles en la circulación de divisas, ha logrado que los banqueros puedan migrar al negocio de las captaciones en dólares: el 25,9% de sus depósitos son en divisas.
Las medidas populistas del chavismo crearon un horrendo círculo que arrasó y seguirá arrasando con todo, incluyendo a los bancos.