Daniel Gómez (ALN).- Ana Botín hizo gala de su poder en la propia sede de Banco Santander. Se rodeó de líderes globales para reivindicar el papel de la banca ahora que pierde fuerza ante el auge de las tecnológicas. Se queja porque estas no compiten en igualdad de condiciones, y en el momento que lo hagan, dice, la fórmula de la banca triunfará. “Son los bancos los que pueden cambiar el mundo”.
La puesta en escena de Ana Botín fue la de una líder. Y es que la presidenta de Banco Santander, una de las entidades financieras más poderosas del mundo, quiere reivindicar el papel de su sector ante el auge de las tecnológicas. De gigantes como Amazon, Apple, Facebook y Google, los cuales se aprovechan de la lentitud de los bancos para robarles negocio.
“Son los bancos y no las tecnológicas los que están dispuestos a mantener la relación personal con los clientes. Son los bancos los que pueden cambiar el mundo”, dijo Botín este miércoles en Madrid.
El tiempo y el lugar no estuvieron a favor de la presidenta. Su gran mensaje se produjo un día en el que los españoles enfurecen contra los bancos. Esto es a causa de un polémico dictamen del Tribunal Supremo sobre el impuesto de las hipotecas. Lo tendrán que pagar los clientes, y no los bancos, como anunció el propio Supremo hace una semana.
Esta rectificación, si bien es una buena noticia para los inversores y para el propio negocio de los bancos, no lo es para la gente. Y es la gente lo que articuló el mensaje de Botín. Por suerte para ella, no era España lo que le concernía en ese preciso instante. Su mensaje tenía una proyección global. Quizá por eso también lo lanzó en inglés, y en un evento que ella misma organizó en la sede corporativa de Santander en Madrid, en Boadilla del Monte: la Conferencia Internacional de la Banca.
Allí Botín se rodeó de líderes globales de las finanzas y de la tecnología. Es el caso de John Hope Bryant, un emprendedor e influencer estadounidense con más de 20 millones de seguidores en redes sociales. También se codeó con líderes políticos, como los expresidentes de Brasil y España, Fernando Henrique Cardoso y Felipe González.
Botín pide justicia
Ante esta audiencia Botín emprendió su cruzada. Pidió justicia para la banca frente a las tecnológicas. Asegura que estas empresas “no pagan una parte justa de impuestos”. Y cuando los paguen, será el momento en el que contribuirán “de forma proporcionada al desarrollo”.
La presidenta se refirió al panorama actual, en el que las tecnológicas cada vez cuentan con más productos financieros, sobre todo relacionados con el mundo de los pagos. “Ellos penetran en sectores que no están regulados. Por eso van a por los pagos. Y ahí está el gran problema”, apuntó.
Por si acaso, Botín aclaró que es una apasionada de la tecnología. “No estoy en contra de las tecnológicas ni estoy en contra de lo digital”. No quiere que la malinterpreten. No quiere que la vean como una defensora de la banca tradicional. “Lo que digo es que haya reciprocidad en todo momento. Si estas empresas van a por los pagos, pues deben tener las mismas reglas que los bancos”, afirmó.
Esta es la fórmula Botín: “Algoritmos y personas, así es como llegamos a la gente”
Será sobre un territorio equitativo donde, según Botín, la banca podrá demostrar que es mejor que las tecnológicas. Porque no sólo vale con los algoritmos. La fórmula para la presidenta es: “algoritmos y personas, así es como llegamos a la gente”.
A propósito de esto, la banquera contó una anécdota. La semana pasada estuvo en Ciudad de México. Allí no sólo se reunió con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, sino que recorrió otros lugares del país. Visitó municipios como Toluca, donde conoció a Elsa, una emprendedora local que con un programa de Santander se ahorra cuatro horas de su tiempo al día.
“Elsa vive en una aldea cerca de Toluca. Es la líder de una pequeña comunidad de empresarias. En la reunión, Elsa, por su cuenta, aparece con una tarjeta de débito y la enseña y dice: La uso para pagar a mis proveedores y cobrar a mis clientes. Así me ahorro ir a Ciudad de México todos los días y perder cuatro horas”, contó Botín.
Por eso habla de algoritmos y personas. Eso es para la presidenta de Santander la esencia de la banca. Unos valores, como la confianza, y la sencillez, que, a las tecnológicas, por su propia naturaleza digital, les resulta más difícil tener.
La nueva cara de Santander
No se puede olvidar que lo que está haciendo Botín también lleva tintes de marketing. Pero es que eso también es importante. Hasta ahora, el marketing, la capacidad de venderse, de convencer a la gente, ha sido la gran asignatura pendiente de los bancos, cuyo prestigio tras la crisis financiera de 2008 quedó por los suelos.
No han sabido venderse ni mostrarse cercanos a las personas, y ahora Botín, como la líder que quiere ser, pretende revertir esta tendencia. En este evento se erige como la defensora de la banca ante las tecnológicas. Y lo hace demostrando poder. Rodeándose de prestigiosas figuras, y exhibiendo la capacidad digital de Santander en un auditorio de los más puntero, lleno de pantallas, y sistemas de votación que usan tecnología blockchain.
También, Botín quiere acercarse más a la gente a través de las redes sociales. El Twitter lo usa para compartir las historias de los clientes. Pero también comparte su día a día. Su cara más personal. Dice que hace yoga y que le gusta leer. Además, no se muerde la lengua cuando algo le molesta. No dudó en criticar el escándalo de La Manada en España cuando la justicia española dejó en libertad a los hombres que abusaron de una joven.