(EFE).- La organización Amnistía Internacional exigió este martes el esclarecimiento de la muerte en prisión del militar venezolano Raúl Isaías Baduel y acusó que pasó años detenido en «condiciones inhumanas».
Baduel, considerado «preso político» desde su detención en 2009, falleció este martes, a los 66 años, por un paro cardiorrespiratorio como consecuencia de la covid-19, según informaron autoridades venezolanas.
«Raúl Baduel muere bajo custodia del Estado, después de que hace días su familia denunciara su traslado a El Helicoide, y sin que hubiera notificación sobre su salud», escribió en un mensaje en Twitter, Erika Guevara Rosas, directora de AI para las Américas, con sede en México.
«El General Baduel pasó años detenido en condiciones inhumanas. ¡Exigimos justicia y se esclarezca su muerte!», añadió.
La noticia del fallecimiento de Baduel la dio este día el fiscal general Tarek William Saab.
«Lamentamos el fallecimiento de Raúl Isaías Baduel de un paro cardiorrespiratorio producto del covid-19, mientras se le aplicaban los cuidados médicos correspondientes y recibido la primera dosis de la vacuna. Transmitimos nuestras condolencias a sus familiares y amigos», expresó el fiscal en un mensaje en Twitter.
El pasado 29 de septiembre, Andreina Baduel, hija de el general, denunció el traslado de su padre de los sótanos del Sebin, conocidos como «La Tumba», a otra sede del servicio de inteligencia en Caracas.
«Exigimos constatar sus condiciones, exigimos una fe de vida. Basta ya», escribió Baduel en su momento; sin embargo no hubo respuesta oficial a esta petición.
Baduel, quien fue fiel aliado del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) fue considerado como el artífice de su vuelta a la Presidencia tras el golpe de Estado que lo derrocó durante 48 horas en abril de 2002. También fue ministro de Defensa entre 2006 y 2007.
Posteriormente, se pronunció contra la supuesta deriva totalitaria y la propuesta de reforma constitucional de Chávez, así como de su delfín y sucesor, Nicolás Maduro.
En 2009 fue arrestado e inhabilitado para ejercer cargos públicos hasta que concluyera su condena, que se prolongó hasta su muerte, pese a que en 2015 se le otorgó libertad condicional, bajo unas premisas que, según la Justicia venezolana, incumplió, por lo que volvió a la cárcel en 2017, año en el que debería finalizar su pena.
Posteriormente, le fueron imputados nuevos delitos, entre ellos contra la integridad de la nación y la independencia, lo que llevó a que su detención se prolongara de manera indefinida.
Pese a que el Gobierno concedió varios indultos a numerosos opositores, Baduel nunca estuvo en las listas de los amnistiados, aunque su nombre sonó con fuerza cuando Maduro concedió medidas de gracia a 110 personas.
Su caso está incluido en diversos informes de la alta comisionada de derechos humanos de Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, y de la Misión de Determinación de los Hechos.