Redacción (ALN).- ¿Se puede ser feliz realmente? Muchos, desde filósofos hasta psicólogos, han intentado durante años entender el camino a la felicidad y el camino para llegar a ella.
Los seres humanos anhelan la felicidad, pero ¿Qué implica realmente este concepto tan abstracto?Primero hay que conocer qué es la felicidad, que definiremos como un estado emocional subjetivo que se caracteriza por sentimientos de alegría, satisfacción y bienestar.
Sin embargo, su definición y las formas de alcanzarla pueden variar significativamente de una persona a otra y de una cultura a otra.
Numerosos estudios científicos han demostrado que la felicidad está influenciada por una combinación de factores internos y externos. Factores internos como la genética, la personalidad y las actitudes mentales juegan un papel crucial en la determinación del nivel de felicidad de una persona.
Por otro lado, factores externos como las relaciones sociales, el trabajo, el entorno físico y el acceso a recursos también influyen en la percepción de la felicidad.
Uno de los proyectos más destacados al respecto es la investigación sobre el Desarrollo Adulto de la Universidad de Harvard.
En esta investigación, dirigida actualmente por el psiquiatra y psicoanalista Robert Waldinger, un grupo de personas ha sido objeto de seguimiento durante más de 80 años.
Este estudio, iniciado en 1938, arrojó conclusiones reveladoras sobre la conexión entre las relaciones sociales y la felicidad.
Según Robert Waldinger, la investigación demuestra que tener vínculos fuertes e íntimos con otras personas contribuye significativamente a la felicidad y al bienestar tanto físico como mental. Las personas con relaciones sólidas tienden a vivir más, ser más felices y gozar de mejor salud en comparación con aquellas que se sienten solas o aisladas.
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