Leticia Núñez (ALN).- El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial coinciden en que la región crecerá en torno a 2% en 2018. Ambos pronostican que la economía de México aumentará 2,3% y la de Brasil, 2,4%. Donde también están de acuerdo es en que Venezuela caerá: 15% según el FMI y 14,3% de acuerdo con el Banco Mundial. Finalmente, los dos organismos advierten una serie de riesgos en Latinoamérica: desde la incertidumbre política a la corrupción.
Los organismos internacionales coinciden en que 2018 será el año del crecimiento para América Latina. Que la región deja atrás la etapa de lenta expansión de la economía y que ha regresado a la senda positiva tras seis años de estancamiento. No obstante, a Latinoamérica y el Caribe no les espera un camino de rosas. La corrupción, la incertidumbre política y las crisis fiscales, entre otros, amenazan la progresión.
Concretamente, el Banco Mundial (BM) estima que Latinoamérica y el Caribe crecieron 1,1% en 2017 y prevé que crezcan 1,8% este año y 2,3% en 2019. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se muestra más optimista: proyecta una expansión de 2% para la región este año, siete décimas más que en 2017, y que desde ahí alcanzará 2,8% el próximo año.
Es decir, América Latina acelera. Y lo hace por el alza en el precio de las materias primas, especialmente del petróleo (de un mínimo de 30,8 dólares por barril en enero de 2016 pasó a 65,4 dólares en febrero de 2018). También por el incremento de la inversión y por los mayores intercambios comerciales a nivel global. Según el BM, el crecimiento de EEUU y China seguirá siendo relativamente fuerte en 2018 (con tasas proyectadas de 2,3% y 6,5%, respectivamente), lo cual debería ayudar a toda la región.
Después están los que podrían considerarse como méritos propios. Un apartado en el que destacan Brasil y México, las grandes economías de la región.
El FMI vaticina que América Latina crecerá 2% en 2018 y 2,8% en 2019
Dice el Banco Mundial que tras una contracción de dos años –con caídas del PIB real de 3,8% en 2015 y 3,5% en 2016- Brasil creció 1% en 2017. “Aunque modesta, esta tasa podría marcar el inicio de una recuperación duradera”, subraya el organismo en el último informe. De hecho, prevé que el país suramericano crezca 2,4% en 2018 y 2,5% en 2019. Mientras, el FMI calcula que la economía brasileña aumentará 2,3% este año y 2,5% en 2019.
Respecto a México, la segunda economía con mayor peso en la región, el BM destaca que creció 2% en 2017 (frente a 2,9% en 2016), pero espera que en 2018 se sitúe en torno a 2,3%. La misma cifra que el FMI. De cara a 2019, el Banco Mundial calcula una progresión de 2,5% y el FMI de 3%.
Donde también coinciden ambos organismos es en que Venezuela será la excepción al crecimiento generalizado en América Latina y el Caribe. “Desafortunadamente, la economía venezolana sigue contrayéndose fuertemente, con un PIB real que, según las estimaciones, disminuyó 14,5% en 2017 y se reducirá 14,3% en 2018. La pérdida acumulada del producto de más de 40% en los últimos tres años ha generado una crisis económica, social y humanitaria”, recoge el informe del BM.
Según el FMI, la contracción será de 15% este año y de 6% el que viene. El organismo que dirige Christine Lagarde anticipó este martes que la inflación se disparará 13.865% este ejercicio y el siguiente excederá 12.800% (Ver más: El FMI suma casi 1.000 puntos más a la inflación de Venezuela). “La situación es muy crítica”, lamentó Gian María Milesi-Ferretti, investigador del FMI, en la presentación del informe.
Además, Venezuela es un lastre para la región. Según el Banco Mundial, excluyendo la economía venezolana, América Latina y el Caribe crecería 2,6% en 2018 en lugar de 1,8%, y 2,8% en 2019 frente al 2,3% estimado.
Otro país que camina a buen ritmo es Colombia. El crecimiento, de acuerdo con ambos organismos, será de 2,7% este año y de 3,3% en 2019. Mientras, la economía de Perú se expandirá 3,7% en 2018 y de ahí subirá a 4% en 2019, según el FMI. Un poco menos optimista se muestra el BM, que pronostica 3,5% este año y 3,8% para el que viene.
Argentina es el único país en el que FMI y BM difieren. El primero calcula un crecimiento de 2% en 2018 frente a 2,9% del segundo. Para 2019, el FMI estima que la economía argentina se expandirá 3,2%, mientras el Banco Mundial mantiene el 2,9%.
Los riesgos, en el centro del análisis
No obstante, ambos organismos subrayan que hay varios riesgos que sobrevuelan el crecimiento económico de América Latina. Por ejemplo, las recientes restricciones a las importaciones anunciadas por EEUU y las medidas de represalia con las que respondió China. Esto es algo que suscita preocupación. “Los efectos en la región serán complejos”, dijo Maurice Obstfeld, consejero económico del FMI, en la presentación del informe. Se refería a países exportadores de materias primas como Brasil, a los que el organismo aconseja diversificar la economía. “En un entorno de un conflicto comercial generalizado es posible que todos pierdan”, agregó Obstfeld.
El FMI también reiteró la necesidad de adoptar políticas que promuevan un crecimiento más inclusivo dado que la desigualdad en América Latina “sigue siendo alta”. No se olvidó tampoco de la incertidumbre política. Y es que Paraguay, Colombia, Venezuela, México y Brasil eligen presidente este año. “La incertidumbre política también incrementa los riesgos de implementación de las reformas o la posibilidad de una reorientación de las agendas, incluyendo el contexto de las próximas elecciones o su consecuencia inmediata en varios países”, indicó el reporte.
Entre los riesgos citados por el FMI también figuran el envejecimiento de la población y el estancamiento de la productividad (Ver más: Brasil envejece a pesar de la samba y el fútbol). Además, la corrupción, el cambio climático y la ciberseguridad “representan otros peligros para las perspectivas mundiales, que son poco alentadoras a mediano plazo”, como zanja el informe.
Unos desafíos que el escritor y columnista venezolano Moisés Naím ya citó uno por uno en un artículo publicado este domingo en el periódico El País. Habló de “choques externos” y señaló que América Latina “se enfrenta a unos años difíciles en los que tendrá que digerir las consecuencias de la revolución digital y el cambio climático”.
“Ahora es el momento de apurar el paso de reformas fiscales y estructurales y de fortalecer reglas fiscales”
Según Naím, que cita a la ONU, “el choque externo producido por la revolución digital puede ser tan determinante como el del cambio climático”. Seria advertencia, teniendo en cuenta que sobre el cambio climático asegura que “traerá los choques más transformadores que ha vivido América Latina. Cambiarán dónde y de qué viven los latinoamericanos, lo que producen y lo que gastan. O a qué conflictos domésticos e internacionales tendrán que enfrentarse”. Como el FMI, Naím también habló de la desigualdad económica y la corrupción como “dos plagas perennes en Latinoamérica” y destacó el despertar de los ciudadanos contra estos problemas.
“Ahora es el momento de las reformas fiscales”
A todo ello se suma un último riesgo: la frágil situación fiscal de la mayoría de los países de América Latina y el Caribe. Esta es, precisamente, la principal preocupación del Banco Mundial desde el punto de vista macroeconómico. Según datos del organismo, 31 de los 32 países de la región tuvieron un déficit fiscal total en 2017 y la deuda pública para el conjunto se ubicó en 57,6% del PIB.
“Los persistentes déficits y altos niveles de endeudamiento pueden poner en riesgo los logros alcanzados en las últimas décadas, como la baja inflación, la reducción de la pobreza y la desigualdad”, dijo Carlos Végh, economista jefe del BM para Latinoamérica. Y sentenció: “A largo plazo, menores déficits fiscales y menores cargas de deuda ayudarían a consolidar estos logros y a impulsar el crecimiento. Ahora es el momento de apurar el paso de reformas fiscales y estructurales y de fortalecer las reglas fiscales”.