María Rodríguez (ALN).- La aún presidenta chilena Michelle Bachelet dejará el cargo en marzo de este año. En ese momento todos los países de la región estarán presididos por hombres. Atrás queda el 2014, cuando coincidieron cuatro mujeres en los cargos más altos de Chile, Argentina, Brasil y Costa Rica.
Michelle Bachelet asumió por primera vez la Presidencia de Chile en 2006. En 2014 ganó de nuevo las elecciones presidenciales y en marzo dejará el cargo. En ese momento, Latinoamérica volverá a una situación que le era ajena desde hace más de una década: todos los países de la región estarán presididos por hombres. En el caso de Chile por el conservador Sebastián Piñera, quien se hizo con la victoria en segunda vuelta en los comicios de diciembre ante el oficialista Alejandro Guillier.
La aún presidenta chilena abrió en 2006 un periodo de 11 años en el que se han sucedido en América Latina gobiernos presididos por mujeres. El momento de mayor esplendor de la mujer latinoamericana como presidenta se experimentó en 2014. Ese año coincidieron cuatro féminas en los cargos más altos de Chile, Argentina, Brasil y Costa Rica, países que suman el 40% de la población latinoamericana.
Bachelet abrió en 2006 un periodo de 11 años en el que se han sucedido en América Latina gobiernos presididos por mujeres
En marzo de 2014 arrancó el segundo mandato de Bachelet en Chile tras imponerse a otra mujer, Evelyn Matthei, por más del 60% de los votos. Ahora, Bachelet ocupa la cuarta posición entre las políticas más poderosas del mundo, según la última lista de la revista Forbes. Este ranking, del que previsiblemente Bachelet se bajará en marzo tras dejar el cargo, lo lidera la canciller alemana Angela Merkel, seguida de la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, y la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen.
En las elecciones chilenas de diciembre, de los ocho candidatos que pugnaban por el poder sólo dos eran mujeres: Carolina Goic, del Partido Demócrata Cristiano, que consiguió el 5,88% de los votos y Beatriz Sánchez, del Frente Amplio, que registró el 20,3% de los apoyos y a punto estuvo de pasar a la segunda vuelta (Alejandro Guillier, del partido oficialista, obtuvo la segunda posición, tras Piñera, con el 22,7% de los votos).
El partido de Sánchez dio libertad de acción a los militantes para la segunda vuelta, pero a título personal, la candidata afirmó que su voto era contra Piñera y que por ello iba a votar a Guillier. No fue suficiente para evitar que Piñera volviera a la Presidencia, que ya asumió entre 2010 y 2014.
En 2017 también hubo elecciones en Ecuador, sin ninguna mujer como candidata, y en Honduras, con Marlene Alvarenga como única representación femenina. Alvarenga, del Partido Anticorrupción apenas obtuvo el 0,18% de los votos, es decir 5.983.
En 2014, Cristina Fernández de Kirchner seguía gobernando Argentina. La viuda del expresidente Néstor Kirchner fue elegida presidenta del país en 2007 y reelegida en 2011. En 2015, la victoria de Mauricio Macri por la mínima frente al peronista Daniel Scioli puso fin al kirchnerismo.
Ahora, la recién elegida senadora está a las puertas de perder la impunidad parlamentaria y ser detenida. El magistrado Claudio Bonadio solicita el desafuero de la expresidenta argentina para que ingrese en prisión preventiva acusada de haber encubierto el atentado a la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), que causó 85 muertos. Una decisión judicial que se une a otros tres procedimientos que Fernández de Kirchner ya tiene abiertos.
En Brasil, Dilma Rousseff asumió la Presidencia en 2011 y se mantuvo en el cargo hasta agosto de 2016, cuando fue destituida a través de un juicio político (impeachment). Los diputados brasileños la acusaron de violar la ley presupuestaria y de implicarse presuntamente en los actos de corrupción de Petrobras, la petrolera estatal de Brasil, en la Operación Lava Jato.
A principios de diciembre Kirchner se reunió con Rousseff, dos aliadas para culpar al capitalismo de sus procesos judiciales. Según relató la expresidenta argentina, ambas viven “estrategia de persecución” cuyo objetivo es “ocultar el desastre económico que están llevando a cabo los gobiernos neoliberales en la región”.
En Costa Rica, Laura Chinchilla asumió la presidencia del país en 2010 para un período de cuatro años. Antes de ocupar el puesto de mandataria, fue ministra de justicia y vicepresidenta del Gobierno. En mayo de 2014, a Chinchilla la sustituyó el candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC), Luis Guillermo Solís, actual presidente del país.
En una reciente entrevista en el portal milenio.com, Chinchilla compartió su visión sobre una América Latina sin líderes políticos femeninos tras la marcha de Bachelet. “Estamos en un punto de inflexión, pero la lucha de la mujer en la política latinoamericana hay que medirla con otros indicadores. Si se logra modificar la base del problema con legislaciones… un cambio de abajo hacia arriba es valioso”, apuntó y subrayó: “Quizá no haya una mujer presidente, pero tendremos congresos más paritarios, y eso es un semillero de mujeres que tomarán otros cargos”.
En 2018, América Latina se enfrenta a seis elecciones presidenciales (Costa Rica, Paraguay, Colombia, Venezuela, México y Brasil) y en ellas la posibilidad de tener otra mujer presidenta está prácticamente descartada.
Más mujeres presidentas
Bachelet, Fernández de Kirchner, Rousseff y Chinchilla han sido las últimas mujeres presidentas en América Latina. Pero antes que ellas hubo algunas más. En Argentina María Estela Martínez de Perón, conocida popularmente como Isabel Perón, gobernó desde el 1974 hasta 1976. Asumió el cargo tras la muerte de su marido, el presidente Juan Domingo Perón. Martínez de Perón fue derrocada por un golpe de Estado que instauró una dictadura militar hasta 1983.
En Bolivia, Lidia Gueiler Tejada ejerció la Presidencia del país entre 1979 y 1980, cuando fue derrocada y exiliada por un golpe de Estado. Falleció en 2011 en La Paz y a día de hoy sigue siendo la única mujer en gobernar el país.
En Ecuador, Rosalía Arteaga fue presidenta provisional durante tres días en 1997, tras la dimisión de Abdalá Bucaram
Nicaragua también tuvo una mujer al frente del país. Se trató de Violeta Chamorro y gobernó la nación entre 1990 y 1997. Le sucedió Arnoldo Alemán.
En Ecuador, Rosalía Arteaga fue presidenta provisional durante tres días en 1997, tras la dimisión de Abdalá Bucaram, con el que ejerció la vicepresidencia. Se enfrentó con Fabián Alarcón, presidente del Congreso, que la destituyó con apoyo del ejército. Este llegó a gobernar hasta 1998.
En Panamá, Mireya Moscoso, mujer del expresidente Anulfo Arias Madrid, ganó las elecciones a la Presidencia del país en 1999. Durante su mandato, que duró cinco años, Panamá recuperó la soberanía total del Canal de Panamá.